Los resultados primarios de las elecciones de este jueves en Suriname indican que ningún partido individual logró los votos suficientes para formar el próximo gobierno, tal como predecían los sondeos.
La gobernante coalición Nuevo Frente por la Democracia y el Desarrollo, integrada por cuatro partidos, perdió cinco de sus 29 asientos parlamentarios. El mínimo de escaños requerido para formar un gobierno es de 26, y 34 para garantizar la elección del candidato como presidente por la Asamblea Nacional.
Para alcanzar ambos objetivos, el Nuevo Frente tendría que alinearse con tres pequeños partidos más, al menos. Esto significa que una coalición récord de siete partidos, cada uno con su propia ideología e intereses representados, podría gobernar el país, con 400.000 habitantes.
"Creo que un gobierno así no podría durar ni dos años", opinó Eugene Gessel, el más respetado analista político del país. "Terminaríamos como Italia, con frecuentes colapsos de gobierno", agregó.
Las encuestas indicaban que el Partido Nacional Democrático (PND), encabezado por el ex dictador Desi Bouterse, tenía tantas posibilidades de lograr la victoria como el partido de gobierno, pero sólo logró 15 escaños, y esto lo convertirá en el mayor bloque individual del parlamento.
Bouterse, quien protagonizó dos golpes de Estado en 1980 y 1990, fue acusado de ordenar la ejecución de 15 opositores políticos, entre ellos varios periodistas, en 1982. En los comicios de 1991, el PND obtuvo 12 de los 51 escaños de la Asamblea.
La razón de la pobre respuesta del electorado al Nuevo Frente estaría relacionada con el incumplimiento de promesas electorales o con su tardía implementación, de acuerdo con observadores.
La tardanza en la instrumentación de decisiones se vincula a conflictos internos de la coalición multirracial, que surgió en 1991 como fuerza de oposición al gobierno militar de Bouterse.
"Si con cuatro partidos se producen estos problemas, siete podrían producir la anarquía", dijo un observador. "El mayor temor es que un gobierno de esta coalición sería muy débil", añadió la periodista Chandra Van Binnedijk.
La situación se complica aún más porque, antes de los comicios, el presidente Ronald Venetiaan descartó públicamente la posibilidad de integrar la Alianza Progresista de Desarrollo a su coalición, independientemente del resultado de las elecciones.
Aunque la alianza obtuvo cuatro escaños, integrantes del Nuevo Frente afirman que el mandatario no se retractará, y si esto se confirma, la elección del nuevo presidente quedará a cargo de una Asamblea Popular.
La Asamblea estaría integrada por concejales del interior y otros distritos, pero algunos analistas señalaron que el procedimiento es costoso, porque los concejales deben viajar a la capital y se les debe proporcionar alojamiento durante el período de consultas.
Los resultados oficiales de los comicios se conocerán sólo a fines de la próxima semana, y el proceso de elección del nuevo presidente no comenzaría hasta la segunda semana de junio.
Mientras, el Frente permanecerá en el gobierno, pero en base a un acuerdo preelectoral no podrá adoptar ninguna decisión políticamente comprometedora. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/ml/ip/96)