SUDAFRICA: Nueva constitución en callejón sin salida

Los partidos políticos de Sudáfrica no lograron consenso para cumplir con el calendario de sanción de una nueva constitución, al enfrentarse alrededor de algunas cláusulas polémicas y no realizar hoy la votación final en la Asamblea Constitucional.

La constitución definitiva del Estado debería ser aprobada el 8 de mayo, pero esta semana no pudieron cumplirse los plazos con que contaba la Asamblea Constitucional (490 diputados y 100 senadores reunidos conjuntamente) para dar los toques finales al documento e imprimirlo antes de este viernes.

El Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU), realizó el martes la huelga más grande que se ha visto en el país desde el fin del apartheid, con motivo de la oposición de la central sindical a una propuesta constitucional que autoriza al cierre patronal de las empresas, sin paga, en caso de huelga.

Los sindicatos quieren garantías totales para el derecho de huelga, para lo que cuentan con el apoyo del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA).

El Partido Nacional (PN) -socio del CNA en el gobierno- y el opositor Partido Democrático (PD), se escudan en su capacidad de veto en la Asamblea para bloquear cualquier enmienda a la cláusula, que fue propuesta por el segundo de ellos.

La situación ha hecho desvanecer el optimismo inicial sobre la nueva constitución, como expresó el presidente de la Asamblea Constitucional, Cyril Ramaphosa, quien reconoció que se ha entrado en una "zona peligrosa" al no cumplirse los plazos.

Las fuerzas políticas estudiarán una variedad de opciones para salir de este callejón sin salida, incluso la realización de un referéndum, tal como reclamó el COSATU.

El líder del PD, Tony Leon, no entiende que un referendum sea necesariamente el próximo paso, pues antes deben ser ensayadas otras vías, tales como la extensión de los plazos.

El proceso previsto para la puesta en vigencia de la nueva constitución incluye su aprobación parlamentaria la semana próxima, y después su pasaje por la Corte Constitucional en junio, tras lo cual el documento quedaría convertido en ley.

Por su parte, el PN también detiene el proceso constitucional al insistir en la educación en lenguas maternas. Los nacionalistas quieren que el CNA se avenga a una cláusula que garantice que las escuelas de un solo idioma -es decir, el afrikaans- serán financiadas por el Estado.

No obstante, el rechazo del COSATU (1,6 millones de afiliados) a la cláusula del cierre patronal parece erigirse como el mayor obstáculo para la aprobación de la nueva constitución, que deberá entrar en vigencia, a todos sus efectos, a partir de 1999. (FIN/IPS/tra-en/gm/oa/arl/ip/96)

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