SRI LANKA: Colombo busca fondos para reconstruir ex baluarte Tamil

A pesar que miles de civiles Tamil están volviendo a la ciudad de Jaffna, el gobierno de Sri Lanka ha comenzado a buscar fondos en el exterior para reconstruir esa península septentrional, reconquistada por sus tropas.

Acarreando sus pertenencias en carros y bicicletas a través de puestos de control del ejército srilankés, los civiles regresan a sus casas, de las cuales escaparon hace cinco meses cuando los militares tomaron Jaffna, en poder de los separatistas Tamil.

Colombo permitió por primera vez en un año que los periodistas visitaran Jaffna la semana pasada. Lo que vieron fué una ciudad ocupada con miles de soldados montando guardia o fortificando sus defensas en caso de una contraofensiva guerrillera.

Cuando los gubernamentales capturaron Jaffna en diciembre último, fué una victoria más aparente que real porque la ciudad de 120.000 habitantes pareció una población fantasma.

Jaffna es considerada tradicionalmente como un centro histórico de la cultura Tamil, y ha sido el cuartel general de los separatistas durante los últimos cinco años. Los rebeldes establecieron un gobierno de facto con su propia policía y poder judicial.

Hace tres semanas, el ejército comenzó una nueva ofensiva para desalojar a los guerrilleros Tamil de la península de Jaffna. Esta vez, los civiles no escaparon ante el avance de las tropas.

Ahora el gobierno proclama que el retorno de 250.000 civiles a Jaffna y otras áreas evacuadas es una prueba que los Tamil están perdiendo la fé en los rebeldes y temen a los militares, cuya mayoría son singalíes.

Con el propósito de dar un vuelco a la guerra, que ya provocó 50.000 muertos, y poner fín a la pretensión Tamil de una patria independiente, el gobierno espera reconstruir a la brevedad la ciudad reconquistada.

Alrededor del 80 por ciento de los edificios urbanos han sido dañados y muchos quedaron destruídos, mientras los sistemas de agua y transporte se paralizaron. los caminos no han sido reparados desde que comenzó la guerra en 1983 y los teléfonos no funcionan desde hace años.

La semana pasada, la presidenta Chandrika Kumaratunga encontró a diplomáticos en Colombo y les informó de lo que era necesario para reconstruir la infraestructura de la ciudad, que sufrió las consecuencias de 13 años de conflicto étnico.

Funcionarios oficiales están trabajando ahora en un plan de rehabilitación y reconstrucción, pero el gobierno ha calculado previamente que serán necesarios 735 millones de dólares para recuperar casas, escuelas, caminos y líneas eléctricas en áreas recapturadas a los Tamil.

La comunidad diplomática en Colombo hizo saber que desea propuestas concretas antes de decidirse a comprometer fondos. "Los países donantes quisieran ver propuestas específicas y, probablemente, hacer sus propias sugerencias", declaró un diplomático occidental.

El gobierno también está tratando de usar la captura de la ciudad de Jaffna y el retorno de los Tamil para lograr apoyo político a su paquete de paz, que hasta ahora ha despertado escaso entusiasmo.

"Durante 12 años, una denominada guerra fué mantenida sin una solución a la vista… Ahora la solución es evidente", dijo Kumaratunga en Colombo.

La presidenta criticó el mes pasado a los políticos Tamil por no apoyar su plan para hacer de la nación insular una federación compuesta por ocho regiones, incluyendo una bajo control Tamil, y amplios poderes para autogobernarse.

"El pueblo Tamil ha hablado claramente al regresar a sus hogares… Ahora es responsabilidad del gobierno rehabilitarlo y reinstalarlo", declaró Keethiswaran Loganathan, un estudioso de política Tamil.

Singalíes de línea dura, liderados por influyentes monjes budistas, han urgido al gobierno a que derrote la guerrilla militarmente antes de someter el paquete de paz al Parlamento y a un plebiscito.

Los Tamil han venido luchando por una patria en el norte y el este de la isla que contrarreste la discriminación ejercida por la mayoría singalí, que controla el gobierno y el ejército. La población Tamil de Sri Lanka, estimada en más de tres millones de personas, ha estado concentrada tradicionalmente en las áreas septentrionales y nororientales del país.

Con los separatistas virtualmente expulsados de sus baluartes en la península y privados del apoyo de los civiles, el gobierno espera poder aplacar a los intransigentes de línea dura y persuadir al principal partido de oposición de apoyarlo, opinaron observadores en Colombo.

Apuntaron que los partidos moderados Tamil tambien querrían alinearse con el gobierno, si los civiles de esa etnía apoyan el paquete oficial de paz.

Los separatistas ofrecieron escasa resistencia a la última ofensiva y prefirieron desplazar sus fuerzas y materiales a sus nuevos baluartes en la densa jungla central del país.

"Los Tigres todavía tienen fuerza para golpear en el este y hasta en Colombo. Militarmente, esto no significa que estén derrotados", previno el estudioso Loganathan.

Un diplomatico occidental señaló que "hubo una mejoría en la campaña militar, pero la pregunta es si el gobierno podrá transformarla en una ganancia política". (FIN/IPS/tra- en/dc/an/ego/ip).

= 05171243 DAP005

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe