El parlamento de Sierra Leona, sólo un mes después de su instalación, aprobó un conjunto de normas que limitan la libertad de la prensa para informar de los trabajos parlamentarios y prevén severas penas a los transgresores.
Apenas concluida la celebración del Día de la Libertad de Prensa, el 3 de este mes, el parlamento sancionó un código de información de sus actividades que impedirá a los medios dar cuenta de las decisiones de las comisiones parlamentarias y de las sesiones secretas de la Cámara.
El código también incluye normas para impedir el desacato o el desprecio del parlamento, y la "deliberada deformación y supresión de las palabras de los parlamentarios".
Los políticos de Sierra Leona nunca se han sentido cómodos con la prensa independiente, pero muy poca gente esperaba que el recién elegido parlamento restringiera la cobertura informativa de la Cámara tan poco tiempo después de ser inaugurado.
Las penas establecidas para quienes violen el código de conducta van desde fuertes multas hasta la suspensión de la licencia de un medio encontrado en falta.
El autor de las nuevas normas, Kakindi Jamiru, un legislador de la oposición, las justificó diciendo que no son ninguna novedad. "Son copiadas de las que aplicó el parlamento de Zambia en el marco de las malas relaciones con la prensa que dieron la nota dominante en tiempos del régimen de partido único".
"Creemos que es bueno aplicarlas aquí", declaró Jamiru a IPS, "para evitar nuevos choques con la prensa".
Con esas palabras, el legislador se refirió a un artículo publicado la semana pasada en el periódico Concord Times, donde se daba información sobre las deliberaciones secretas de la comisión parlamentaria que analiza las candidaturas para ocupar cargos ministeriales.
El artículo daba cuenta del rechazo de la candidatura de Salia Gbao para el Ministerio de Planificación Económica y Desarrollo, propuesta por el nuevo presidente, Tejan Kabba. Según los reglamentos, los trabajos de la comisión son secretos y sólo su presidente puede dar información.
El director del periódico, Foday Fofana, debió comparecer en una sesión parlamentaria especial, donde fue tratado de "irresponsable".
La acusación de "violación del fuero parlamentario", ahora levantada contra Fofana, fue ampliamente utilizada en los días del régimen represivo de partido único, entre 1977 y 1991.
La Asociación de Periodistas se encuentra dividida entre una mayoría de sus miembros radicalmente opuestos al código de conducta, y otros que se preocupan por la proliferación de periódicos sensacionalistas que se produjo después del fin del gobierno militar, en marzo pasado.
El número de periódicos saltó en estas semanas de 12 a 21, y entre los directores de los nuevos medios revistan muchos sin experiencia profesional. (FIN/IPS/tra-en/lf/oa/arl/cr-ip/96)
