Los casos de cólera en el planeta disminuyeron en 1995 a 208.755, casi la mitad de los registrados durante 1994, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) previno que la enfermedad seguirá siendo un desafío en el siglo XXI.
Para confirmar la previsión, la OMS dio cuenta de un brote de cólera aparecido este mes en Malasia, donde se registraron, entre los días 10 y 23, 1.089 casos, en su mayoría en Penang.
La relación casos-decesos verificada el año pasado fue de 2,4 por ciento, contra 2,8 por ciento en 1994.
La OMS aceptó que resulta alentadora la tendencia decreciente del cólera durante 1995, pero insistió en que la epidemia persistirá mientras no mejoren en el mundo la calidad y la distribución del agua, el tratamiento de los efluentes, la educación higiénica y la seguridad alimentaria.
El brote de Malasia surgió el día 10 con la internación de 10 personas afectadas de diarrea en el hospital de Penang. Al día siguiente se confirmó el primer caso de cólera.
Durante las dos primeras semanas se registraron los 1.089 casos, que corresponden a pacientes infectados del "Vibrio cholerae" biotipo El Tor, serotipo Ogawa.
La OMS informó asimismo de 200 casos y cuatro decesos ocurridos en Níger entre el 18 de abril y el día 14.
La organización consignó 401 casos y 25 fallecimientos en Zambia, entre el 26 de marzo y el 19 de abril también de 1996.
La epidemia había causado el año pasado 5.034 muertes, de las cuales más de la mitad, 3.024, se localizaron en Africa, 1.145, en Asia, 845, en América y 20, en Europa.
Otro dato positivo citado por la OMS fue la disminución del número de países que denunciaron casos de cólera. En 1994, fueron 94 naciones y al año siguiente sólo 78.
La incidencia del cólera continuó reduciéndose en América a pesar de que el continente presentó durante 1995 el mayor número de casos en todo el mundo.
Africa informó de una baja del número de casos, aunque se notó un aumento de la incidencia en los países occidentales del continente.
En Asia se verificó una disminución de 52 por ciento en el número de casos de cólera comparado con los de 1994.
En 1995, Africa comprobó 71.081 casos y 3.024 decesos, lo que representó alrededor de 44 por ciento del total anotado en 1994.
Europa figuró menos afectada en 1995 que en años anteriores. La mayoría de los casos correspondieron a tres países: Ucrania, República de Moldova y Rumania.
La relación casos-decesos en Africa fue de 4,3 por ciento, comparado con cinco por ciento en 1994. Se observaron aumentos del número de casos en Burundi, Cabo Verde y Liberia.
En Zaire se anotó una caída pronunciada del total registrado, que pasó de 58.057 en 1994 a apenas 553 al año siguiente.
El comportamiento de la enfermedad en Zaire reflejó la estabilización del flujo de refugiados, que el año anterior habían sido extremadamente vulnerables a la enfermedad.
El mayor número de casos de la región se verificó, en 1995, en Cabo Verde, con 12.913 y 240 decesos. Le siguieron Sierra Leona, 10.285 y 447, Somalia, 9.255 y 191, y Guinea, 6.506 y 565, país que conoció el mayor número de fallecimientos en Africa.
Otros países afectados fueron Costa de Marfil, 4.993 casos y 184 muertes, Ghana, 4.698 y 93, Liberia, 3.420 y 126, Angola, 3.295 y 248, y Senegal, con 3.222 casos y 137 decesos.
En América, 15 naciones informaron de 85.809 casos en 1995, comparados con 113.684 el año anterior. La disminución confirmó la tendencia dcreciente iniciada en 1992. Sólo cinco países, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Nicaragua, tuvieron más casos en 1995 que en 1994.
El año pasado, la relación casos-decesos en América Latina fue de uno por ciento, lo que refleja que el manejo de los casos de cólera sigue siendo efectivo en la mayoría de la región, evaluó la OMS.
Sin embargo, indicó, el cólera se ha arraigado en algunos países, como una advertencia de que las deficiencias de la calidad del agua y las condiciones higiénicas y sanitarias continuarán desafiando a gobiernos y organismos de salud durante el siglo próximo.
La OMS observó que si bien en América Latina el cólera no ha mantenido los mismos niveles de 1991, cuando estalló la epidemia, se hace necesario un firme compromiso regional de vigilancia, prevención y control de la enfermedad.
Perú registró en 1995 el mayor número de casos, 22.397, y de decesos, 171. Le siguieron México, con 16.430 y 137, Brasil, 15.915 y 85, Nicaragua, 8.825 y 164, Guatemala, 7.970 y 95, y Honduras, 4.717 y 77.
En Asia, un total de 50.921 casos y 1.145 decesos fueron notificados durante 1995 por 18 países, lo que representa un retroceso con relación a los 26 de 1994.
El mayor número procede de Afganistán (el principal foco en el mundo) con 19.903 casos y 624 fallecimientos. Le siguen China, con 10.344 y 87, Vietnam, 5.953 y 59, Camboya, 4.190 y 123, India, 3.315 y cinco, e Irán, 2.177 y 59.
La relación casos/decesos pasó en Asia de 1,3 por ciento en 1994 a 2,3 por ciento en 1995. (FIN/IPS/pc/dg/he/96)