PALESTINA: Nadie festeja en Hebrón el anunciado retiro israelí

Las tropas de Israel comenzarán a retirararse de esta antigua ciudad palestina este mes, pero sus habitantes, suspicaces, no están para festejos, pues creen que muy poco o nada cambiará.

Muchos sostienen, en base a la situación que viven hoy las poblaciones donde ya rige el autogobierno palestino, que Israel mantendrá el poder real, y recuerdan las consecuencias que tuvo para la economía local el bloqueo que impuso el gobierno de Shimon Peres como respuesta a los atentados de febrero.

Además, permanecerán bajo control israelí unos 15.000 de los 120.000 habitantes de Hebrón que viven en las cercanías de los cinco asentamientos de colonos judíos. Esta ciudad es la única en la que estos enclaves se mantendrán, según los acuerdos de paz.

En una calle casi desierta, cerca de uno de los asentamientos judíos en el corazón de la ciudad, Nabil Hertawi se sentó con sus compañeros de trabajo en una pequeña tienda. Todos se mostraban indiferentes al anunciado retiro del ejército de Israel.

El inicio del proceso fue fijado para algún momento de este mes, y probablemente se desarrollará en etapas que acabarán recién después de las elecciones generales en Israel, el día 29.

Entonces se habrá completado el retiro gradual, realizado a lo largo de seis meses, de las fuerzas de Israel de los principales poblados de Cisjordania, como se dispuso en los acuerdos de paz.

Peres consideró este viernes con altos oficiales de su gobierno y de organismos de seguridad el ritmo de la redistribución de los efectivos hoy desplegados en Hebrón.

No se difundieron datos concretos, pues los participantes en las conversaciones manfiestaron que aún resta discutir los detalles con el presidente de Palestina, Yasser Arafat.

Pero la próxima "liberación" de la principal ciudad de Cisjordania no dibuja sonrisas en sus enojados e impacientes habitantes palestinos.

"La redistribución de los soldados israelíes no cambiará nada en esta ciudad. Sabemos que el retiro de otros poblados de Cisjordania no dejó a la gente contenta", dijo Hertawi.

Bloqueada al principio y al final por puestos de vigilancia israelíes que sólo permiten la entrada de vehículos de colonos con matrículas amarillas, la calle donde se ubica el comercio de Hertawi se convirtió en un símbolo del desbaratamiento de la vida cotidiana en Hebrón.

El mercado de las cercanías está vacío. La verdulería está cerrada. Sólo unos pocos comercios a lo largo de esta calle ventosa están abiertos, entre ellos el de Hertawi y algunas peluquerías, pero todo depende de los clientes habituales que llegan a pie.

En toda esta populosa y conservadora ciudad, donde un colono judío fanático asesinó en 1994 a 29 palestinos que rezaban en la Tumba de los Patriarcas, es difícil encontrar algún optimista.

Los tenderos del barrio comercial no esperan ninguna mejora una vez que el retiro se produzca y las autoridades palestinas tome el control.

"Los policías palestinos que vendrán no son diferentes de los israelíes. Sus caras son distintas, tienen nombres árabes, pero no pueden hacer nada sin consultar a Israel", manifestó el propietario de una librería.

Las grandes esperanzas que los palestinos guardaban con respecto al retiro de los israelíes se convirtió en amarga desilusión y, luego, en cinismo, pues la población percibió que, a pesar de que los policías palestinos patrullan las calles, los israelíes aún son los que mandan.

"Cuando Arafat quiere viajar de Gaza a Cisjordania, tiene que pedirle permiso a Israel", dijo Hertawi, mientras contenía una carcajada.

El retiro de los militares israelíes de las ciudades, que comenzó en noviembre en el poblado de Jenin, en el norte de Cisjordania, fue motivo de jubilosos festejos de los residentes que, luego, descubrían que la autoridad palestina tenía poco poder real.

Israel impuso el estricto cierre de Cisjordania y Gaza en respuesta a los reiterados atentados con bomba efectuados por militantes palestinos en su territorio. La medida hizo sucumbir a la economía local y provocó un alarmante aumento del desempleo.

Los habitantes de Hebrón "tuvieron tiempo de observar lo que significó el retiro de las fuerzas israelíes de otras ciudades", dijo Hisham Ahmad, un investigador palestino especializado en la organización radical islámica Hamas.

"A esto se agrega cierta suspicacia en cuanto a lo que pueda hacer la Autoridad Nacional Palestina en Hebrón para aliviar las dificultades de la población", agregó Ahmad.

Por eso, en Hebrón, en lugar de planificar celebraciones, los palestinos hablan sobre los problemas que avecinan a su ciudad, convertida en un buen resumen del conflicto con los israelíes.

"La gente está frustrada. El retiro de Hebrón fue postergado una y otra vez, y la vida no es normal", dijo el alcalde de la ciudad, Mustafá Natshe.

Hebrón es el único poblado palestino donde los colonos judíos continuarán viviendo dentro de los límites de la ciudad. El retiro de las fuerzas de Israel supondrá que 80 por ciento de sus habitantes quedarán bajo el gobierno palestino.

Los restantes, unos 15.000 que viven en terrenos cercanos a los enclaves judíos, permanecerán bajo control del ejército de Israel.

Hertawi observó en las páginas del diario árabe Al Quds un mapa de la ciudad donde, con distinto color, aparece marcada la zona que quedará bajo control israelí. Su tienda queda en ese sector. "Habrá problemas en esta ciudad por largo, largo tiempo", se lamentó. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/mj/ip/96)

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