Legisladores pertenecientes a partidos rivales en Pakistán normalmente se enfrentan con uñas y dientes, pero cuando se trata de aumentar sus propios sueldos, prebendas y privilegios, se muestran sorprendentemente de acuerdo.
"El monto que obtenemos no nos permite siquiera ofrecer una taza de té a la gente que viene a contar sus problemas", se quejó Abdul Rashid Bhatti, miembro de la Asamblea de Punjab por el gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP).
Del otro lado de la cerca política, el miembro de la Asamblea Nacional, Pir Syed Abbas Shah, de la opositora Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), piensa que los parlamentarios deberían recibir un aumento del 100 por ciento en sus salarios y prebendas.
"La estructura actual fomenta la corrupción, dado que los diputados se ven obligados a sacar dinero de otras fuentes", dijo.
La mayoría de los aumentos de sueldos son aprobados por unanimidad tras un debate simbólico. Las medidas para incrementar los ingresos de los parlamentarios probablemente fueron las únicas aprobadas por consenso en el período 1990-1993 de la Asamblea.
Las seis leyes propuestas por el gobierno anterior de Nawaz Sharif procuraron aumentar en un 100 por ciento los salarios y expensas del presidente de la Nación, el primer ministro y los parlamentarios.
La más escandalosa de las propuestas daba mano libre a los diputados para que cada período legislativo importaran un auto de lujo libre de impuestos. Aprobada como una enmienda de los diputados, tomó al gobierno del PML-N de entonces por sorpresa.
El clamor público transformó la cuestión en un hecho vergonzoso para el gobierno, el cual se salvó por un tecnicismo que invalidó la enmienda. El gobierno de Sharif hizo una retirada precipitada y la Asamblea adoptó una resolución cancelando su aprobación a las seis leyes.
Irónicamente, la esencia de las controvertidas leyes fué calladamente puesta en vigor a través de una ordenanza presidencial por el gobierno actual, encabezado por la archienemiga de Sharif, Benazir Bhutto. La ordenanza fué introducida con efecto retroactivo a octubre de 1994.
Cuando la ordenanza fué revisada posteriormente en enero, aumentando todavía más los sueldos y privilegios de los parlamentarios, Sharif, ahora convertido en principal líder opositor, denunció la medida afirmando que no aceptaría los aumentos y acusando al gobierno de extravagancia.
La ordenanza presidencial será nuevamente revisada el 10 de mayo y, con toda probabibilidad, será repromulgada, si bien el próximo presupuesto de junio, que previsiblemente será muy austero, hará difícil las cosas para el ejecutivo de Bhutto.
En la actualidad, los miembros de la Asamblea Nacional cobran mensualmente 17.600 rupias libres de impuestos (40 rupias por dólar), más expensas por oficina y teléfonos comparables a aquellas que obtendría un joven ejecutivo en una transnacional o instituto extranjero de crédito.
Además, tienen un viático diario de 400 rupias, expensas por vivienda y transporte de 700 rupias por cada día que la legislatura o sus comisiones sesionan, incluyendo los viernes y sábados en que normalmente hay receso.
La Asamblea debe sesionar por un período mínimo de 120 días, y el Senado por 90 días. Hay 217 miembros de la Asamblea Nacional y 87 senadores. Como el presidente Farooq Leghari, la primera ministra Bhutto y el lider opositor Sharif, muchos diputados no tienen necesidad de sueldos porque poseen bienes propios en tierras o negocios.
El analista político M.A. Niazi cree que no hay ningún motivo para pagar sueldos a los parlamentarios paquistaníes. "Debería ser el honor del cargo lo que cuenta, o la influencia y el privilegio que comporta", comentó haciendo el cálculo que hasta los legisladores más dedicados trabajan apenas 140 días de cuatro horas por año.
"En un país que vive endeudado, donde la economía empeora y el ciudadano común está afectado por el desempleo, la pobreza y la inflación, las prebendas de los legisladores son una contradicción total", afirmó Abid Hasan Minto, jefe del izquierdista Partido Jamhoori Awami (Demócrata Popular).
En los 10 años transcurridos desde el retorno de la política electoral en Pakistán, las cinco asambleas -cuatro provinciales y una nacional- solamente han aprobado 528 leyes, según un estudio del experto parlamentario Agha Iqrar Haroon.
Esas leyes, que incluyen 53 medidas financieras para aumentar los impuestos y 63 para mejorar salarios y privilegios de los parlamentarios, costaron al erario 2.300 millones de rupias, un monto que podría haber cubierto las actividades de 2.000 escuelas durante una década.
El costo de aprobar una ley incluye el pasaje aereo en clase "business" para los parlamentarios que viven fuera de la capital, como tambien expensas de viaje y permanencia en hoteles de lujo.
Según Niazi, un miembro de la Asamblea Nacional recupera facilmente en tres años los gastos que efectuó en su campaña electoral. (FIN/IPS/tra-en/bs/an/ego/ip).
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