NIGERIA: Abacha promueve la creación de nuevos estados federados

El dictador de Nigeria, Sani Abacha, recurrirá a la creación de nuevos estados federados y el otorgamiento de parcelas a pequeños grupos étnicos, estrategia política clásica en el más populoso país de Africa.

Ya sea para combatir anomalías, ya sea en procura de capital político, todos los regímenes militares de Nigeria han jugado con el mapa del país y dividieron una y otra vez los límites administrativos de la federación.

La práctica comenzó en 1967 con el general Yakubu Gowon, quien creó 12 estados de las cuatro regiones existentes antes de la independencia. El general Murtala Mohammed llevó el total a 19 estados en 1976. El general Ibrahim Babangida creó dos estados más en 1987. Para 1991, el número de estados había saltado a 30.

Abacha retomó la estrategia. La ciudad capital y su territorio circundante está en vías de obtener la categoría de estado federado, pero ésta no será, al parecer, la última consagración que dispondrá el presidente de facto.

El gobierno fundó un Comité de Creación de Estados, Gobiernos Locales y Ajuste de Límites. El cuerpo, integrado por funcionarios civilies y "líderes de opinión", y presidido por el veterano estadista Arthur Mbanefo, recorre el país desde febrero para recoger propuestas y recabar información.

El comité recibió pedidos para la creación de 80 estados distintos y 2.000 gobiernos locales además de los 596 ya existentes. Una preselección redujo estas cantidades a 45 estados y 1.800 gobiernos locales, que serán propuestos para que la administración de Abacha resuelva a fines de junio.

"¿Cuántos estados son el ideal para una federación balanceada? Mi opinión es que la creación de estados, especialmente la última bajo el gobierno del general Babangida, fue exitosa en lo que refiere a dividir a los nigerianos", dijo el profesor de derecho Ademola Popoola.

Popoola afirmó que que los problemas originados por la división de cuatro antiguos estados en ocho hacen presagiar futuros fraudes electorales.

Pero Bode Olowoporoku, un político y ex ministro, es ardiente defensor de la creación de estados, especialmente en su territorio natal de Ekiti, parte del estado de Ondo. "Queremos que Abacha nos dé nuestro estado ahora", manifestó.

Olowoporoku acepta un secreto a voces: que la verdadera intención del comité de Mbanefo es ampliar el apoyo de Abacha antes de la democratización prevista para 1998.

"No nos importa si Abacha se queda un año o medio año más. Si se quiere quedar hasta el 2000, no tendrá otra oportunidad" que conceder la creación del estado de Ekiti, dijo en tal sentido.

El arugmento empleado por sucesivos gobiernos para justificar la creación de nuevos estados es que ello promueve el desarrollo y la democratización de los recursos y las oportunidades.

Pero se sabe que esto también le granjea al gobierno la simpatía de las comunidades que conquistaron su propia administración y participación en los fondos federales para abrir una universidad o una emisora de televisión, por ejemplo.

Pero los críticos afirman que la proliferación de estados pone en riesgo la supervivencia del gobierno federal.

"Creo francamente que la creación de nuevos gobiernos, más burocracia, nuevos ministerios, asesores especiales, asistencia, nuevos vehículos, nuevos edificios o nuevos contratos no ayudan al país", dijo el político Ojo Maduekwe.

El Banco Central de Nigeria, encargado de los desembolsos federales, también llamó a la cautela.

"Si queremos invertir en el desarrollo, debemos ser cuidadosos", dijo el director de análisis fiscal del banco, Olu Okunrounmu.

El técnico explicó que, a menos que aumenten los ingresos del gobierno, cuantos más estados se instituyan, menos dinero habrá para ellos.

Empleando como base la asignación presupuestal de 1996, Okunrounmu sostuvo que la creación de 15 nuevos estados provocaría un descuento en las atribuciones presupuestales dirigidas a cada jurisdicción de unos 12,5 millones de dólares.

"Hay un alto nivel de gastos recurrentes inherente a la creación de nuevos estados o gobiernos locales, debido a la adaptación de la nueva ciudad capital, la creación de cargos ejecutivos y el suministro de infraestructura", agregó.

"Si el gobierno federal continúa en su intención, será imposible que la economía logre crecer", dijo Okunrounmu. (FIN/IPS/tra-en/ro/oa/mj/ip/96)

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