Daniel Ortega confirmó su liderazgo dentro del sandinismo, al ganar la nominación como candidato presidencial para las elecciones de octubre próximo en Nicaragua, pero sorprendió al designar como compañero de fórmula a un productor rural que fue confiscado durante su gobierno.
Ortega, quien ocupa la Secretarío General del Frente Sandinista, obtuvo 471 votos en el II Congreso Ordinario "Blanca Arauz", celebrado este fin de semana. Su principal oponente, Vilma Nuñez de Escorcia, recibió sólo 67 votos.
"Creo que esto indica, entre otras cosas, el largo camino de democracia que aún nos queda por recorrer. Acepto, sin embargo, los resultados", dijo Nuñez de Escorcia, destacada activista de los derechos humanos.
"Los tiempos no están maduros entre nosotros, pero confío en que lo estarán algún día, y ya hemos iniciado el cambio. Por eso, no me siento derrotada", insistió.
Los resultados del Congreso no sorprendieron a nadie. Sin embargo, si causó sorpresa la designacion de un productor privado de militancia antisandinista, Juan Manuel Caldera Lacayo, como compañero de fórmula de Ortega.
"Vamos a luchar por un gobierno de unidad nacional, sin rencores, ni odios. Y la mejor prueba de esta voluntad del Frente Sandinista es la designación del candidato a la Vicepresidencia", dijo Ortega antes de anunciar el nombre de su compañero de fórmula.
Caldera Lacayo, un ganadero de 68 años de amplia trayectoria gremial y empresarial que introdujo el ganado Brahman en Nicaragua, fue confiscado por el gobierno que presidió Ortega (1984-90).
"Estoy aquí porque los productores creemos que la única salvación para este país es la producción y el único partido político que nos ha hecho la apertura es el Frente Sandinista", aseguró Caldera Lacayo a IPS.
"Para producir se necesita tener garantía de producción y esa la ofrece el Frente Sandinista. Entonces, nos unimos a quien nos da garantías de producir. Ningún otro partido nos hizo caso, ningún otro creyó en nosotros", agregó.
La designación de Caldera Lacayo recibió el apoyo de los congresistas sandinistas, pero recibió el rechazo de sus colegas empresarios.
"Creo que ha sido el peor error de su vida. La filosofía del Frente Sandinista no se corresponde con la de la empresa privada", dijo a IPS Gilberto Cuadra, ex presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP).
"El no representa al gremio de los productores, carece de liderazgo. En su decisión, lo ha impulsado su deseo de figurar", insistió Cuadra.
Según la última encuesta de la empresa Borge y Asociados, en abril, Ortega cuenta con 23,5 por ciento de intencion de votos, superado por el candidato liberal Arnoldo Aleman, con 36,2 por ciento.
Con la designación de Caldera Lacayo, el Frente Sandinista busca aumentar las preferencias.
"No sé en qué porcentaje mejorará, pero le aseguro que los hombres honrados me van a seguir", dijo el candidato a la Vicepresidencia, quien anadió que no integraría la fórmula sandinista si no confiara en la victoria.
Ortega insistió, al hablar ante los congresistas, en que el sandinismo irá a las próximas elecciones enarbolando las banderas de la unidad nacional, la paz, el respeto a la propiedad privada y la creación de empleos a través de la reactivación productiva.
"No habrán desalojos ni confiscaciones. El Frente Sandinista respetará la propiedad privada y colectiva", afirmó.
Durante el gobierno sandinista se distribuyeron unas 6.000 propiedades agrícolas, que sumaban en total unos tres millones de hectáreas. A nivel urbano, en tanto, se estima que dispuso de unas 350 empresas industriales y comerciales, así como de unas 7.000 viviendas.
Ahora, no obstante, en su plataforma de gobierno se establece el respeto irrestricto a la propiedad.
Raul Obregón, propietario de la firma encuestadora M&R, señaló que los abusos cometidos por el sandinismo conocidos como "la piñata" siguen pesando en los nicaragüenses.
"El 72,8 por ciento de la población considera que la piñata es una realidad, que ocurrió en el período de transición y, por tanto, afecta la credibilidad del Frente Sandinista", dijo Obregón.
La mayoría de la población (66 por ciento) asocia al sandinismo con servicio militar, guerra, miseria, racionamiento y migración, concluyó el experto. (FIN/IPS/rf/ag/ip/96)