Israel se defiende de un informe de la ONU que le acusa de bombardear deliberadamente el mes pasado un campo de refugiados a cargo del organismo mundial, donde murieron más de 100 libaneses.
El brigadier general Dan Harel, jefe de artillería de las Fuerzas Israelíes de Defensa, es el último de los funcionarios israelíes que rechazaron la versión de los hechos ofrecida por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Harel se reunió este lunes con Kofi Annan, subsecretario general de la ONU y jefe de la oficina de Operaciones de Pacificación, para aclarar los hechos que llevaron al ataque de un campo de refugiados en Qana, Líbano, el pasado 18 de abril.
"No fue en absoluto un ataque deliberado", aseguró Harel en rueda de prensa tras el encuentro con Annan y Frank von Kappen, asesor militar de la ONU. "Estos hechos nunca podrían ocurrir deliberadamente en un país democrático como Israel", agregó.
Pero algunos funcionarios de la ONU no están tan seguros. El informe preliminar de la oficina de Von Kappen sobre el incidente de Qana sostiene que Israel bombardeó la base de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) luego de ser atacado por misiles de Hezbollah desde las cercanías.
El documento será completado este martes, pero algunos funcionarios de ONU anticiparon a IPS que probablemente circulará sólo en forma interna.
El informe preliminar presenta pruebas fotográficas de que los helicópteros israelíes sobrevolaron la base de UNIFIL antes del bombardeo, aunque Harel lo negó.
"Nos atacaron con Katyushas (misiles usados por Hezbollah) y morteros desde las cercanías de la base de Qana. En el calor de la batalla, nuestras fuerzas bombardearon el lugar de donde provenían los misiles, y "desafortunadamente, algunas bombas cayeron en el campo de Qana", explicó el general israelí.
Harel negó previas versiones israelíes que justificaban el ataque argumentando que Hezbollah utilizaba el campo como escudo.
Las reacciones contra el bombardeo de Qana contribuyeron a poner fin al reciente conflicto bélico en que las fuerzas israelíes dieron muerte a más de 170 libaneses, la mayoría civiles, y atacaron ciudades del norte de Líbano, incluso Beirut.
La Asamblea General de la ONU exigió el pasado mes una investigación de los hechos, así como el retiro de las fuerzas israelíes del sur de Líbano. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/96)