Con la oferta de poner fin a seis décadas ininterrumpidas de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, 15 organizaciones políticas pugnan por un registro electoral.
Entre los aspirantes hay socialistas, fascistas y hasta masones.
El Consejo General del Instituto Federal Electoral informó este martes que a mediados de junio anunciará las agrupaciones que recibirán registro. Las que no resulten favorecidas podrán apelar y si esa acción no tiene éxito deberán esperar tres años para presentar nuevamente su solicitud.
Los aspirantes, cuya meta es participar en las elecciones federales de 1997, aseguran tener más de los 65.000 afiliados que exige la ley y cada uno, a su estilo, se proclama como la verdadera alternativa para reemplazar en el poder al PRI, que gobierna México desde 1929.
Para mantener su registro, tener derecho a un espacio en los medios de comunicación y recibir un subsidio de unos 350.000 dólares, las agrupaciones que logren legalizarse como partidos deberán obtener en las próximos elecciones al menos 1,5 por ciento de los votos.
En 1997 se renovarán el Senado y Congreso federales en México. La oposición, minoritaria actualmente en el parlamento, asegura que el PRI perderá por primera vez su tradicional mayoría debido a los crecientes problemas económicos y políticos del país.
Las únicas fuerzas que actualmente tienen representación federal en el parlamento además del PRI, son el derechista Partido Acción Nacional (PAN) y los centroizquierdistas Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).
Desde fines de 1995, el gobierno y esos partidos mantienen conversaciones para definir reformas electorales e institucionales. Tras solucionarse un conflicto electoral, el PAN volvió hace una semana a la mesa de negociaciones.
Según informaron fuentes del Instituto Federal Electoral, entre las agrupaciones que buscan inscribir su nombre en las boletas electorales del próximo año están algunas lideradas por ex militantes del PRI y el PAN, como el Partido de la Sociedad Nacionalista y el Partido del Foro Democrático.
En el Frente Liberal Mexicano, dirigido por conocidos masones. participan ex diputados del PRI. A diferencia de otros países, donde la masonería se mantienen a cierta distancia de la política activa, en México sus miembros participan abiertamente en actos políticos públicos.
Uno de los grupos que llamó la atención entre los observadores al presentar su pedido de registro fue el Partido del Pueblo de las Aguilas Mexicanas, una organización que promete luchar contra el "complot judío-masón", que aseguran pretende acabar con México.
Autocalificados de espiritualistas, los miembros de esta agrupación, a la que dice estar afiliado Mario Aburto -asesino confeso del ex candidato presidencial del PRI Luis Colosio-, ocupan diariamente, bajo una cruz esvástica, una de las esquinas de la plaza central de la capital mexicana.
Algunos de los grupos que pugnan por su registro legal ya tuvieron oportunidad de participar en elecciones pasadas, aunque con poco éxito, como el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Partido Popular Socialista y el Partido Social Demócrata.
Un primer informe elaborado por el Instituto Federal Electoral sobre las agrupaciones que solicitan registro señala que no todas cumplen con los requisitos exigidos, entre los que destacan tener una lista de afiliados precisa, copias de las solicitudes de afiliación y actividades políticas durante dos años.
Los partidos legalmente representados mantienen discrepancias sobre la inscripción de las nuevas agrupaciones, entre las que también se encuentran comunistas, troskistas y zapatistas.
El PAN sostiene que debe exigirse una mayor cantidad de afiliaciones a los solicitantes, el PRD mantiene la tesis de que el elector definirá las agrupaciones que sobrevivan y el PRI dice estar abierto a competir con otros partidos.
"Le servimos al sistema, porque dividimos el voto opositor, por eso deben darnos el registro", señaló Angel Santiago, dirigente del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, uno de los que asegura cumplir con los requisitos para participar en elecciones.
Para asegurar comicios transpartentes, los dirigentes del PRI, PRD y PT anunciaron en abril una serie de compromisos.
Entre estos se cuentan impulsar reformas que independicen al Instituto Federal Electoral, introducir la figura del referendo, otorgar el voto a los residentes mexicanos en el extranjero y regular el acceso de candidatos a los medios de comunicación.
En México las elecciones son continuamente cuestionadas y hasta 1988 fueron incluso controladas y avaladas directamente por representantes del gobierno. (FIN/IPS/dc/ag/ip/96)