El gobierno de México anunció hoy un nuevo plan de apoyo a deudores, tras nueve meses de vigencia de un programa de reestructuración de carteras vencidas que no logró alejar los peligros de quiebra que amenazan a bancos y personas.
El plan, que limita su alcance a unas 900.000 familias con deudas hipotecarias, fue presentado por el presidente Ernesto Zedillo en el marco de un proyecto que busca alentar la posesión y construcción de viviendas, rubro sobre el que hay un déficit anual superior a las 350.000 unidades.
A un costo estimado de 5.000 millones de dólares, que será asumido en su mayor parte por el gobierno y en un pequeño porcentaje por los bancos, el programa incluye reducciones de hasta 30 por ciento en los intereses de créditos adquiridos y normas para equiparar el pago de cuotas con los ingresos de las familias.
Con una vigencia de 10 años, el programa prohibe el embargo definitivo de inmuebles por retraso o dificultades en los pagos, establece que los acreedores arrienden a terceros las propiedades de quienes no pueden cancelar sus deudas y crea nuevos mecanismos para obtener préstamos para vivienda.
Los nuevos apoyos a los deudores demuestran que el gobierno tiene real interés en combatir la pobreza y promover la construcción de una vivienda digna, pese a las dificultades económicas existentes, dijo Zedillo.
Para varios analistas, el gobierno presentó el programa presionado por el creciente peso político que han adquirido las organzazciones de deudores, los irresueltos problemas de miles de personas que pese a haber reestructurado sus créditos no pueden pagar y por las dificultades financieras de los bancos.
El saldo actual de la cartera hipotecaria se calcula en más de 15.000 millones de dólares, de los cuales una tercera parte corresponden a familias que no pueden cancelar a tiempo o no reunen todo el dinero.
En agosto de 1995 el gobierno de Zedillo puso en marcha el programa de Apoyo a los Deudores (ADE)
que con reducciones de pagos de intereses y la suspensión de embargos y otras medidas judiciales, pretendía apoyar a los morosos y salvar a la banca del colapso.
Según las organizaciones de deudores, como el Barzón, el ADE fue un fracaso, pues un millón de personas, entre ellas miles que contrataron créditos hipotecarios, siguen sin poder pagar y los bancos continuan en situación crítica.
El analista financiero Enrique Quintana sostiene que las autoridades perciben a la "bomba de la deuda más como una amenaza política que como un riesgo de catástrofe económica". SJAAMEX //RPT RPT//(2-E)
Jose Quirinos, presidente del Barzón, criticó el nuevo programa de apoyo a deudores por considerarlo "insuficiente y unilateral". El gobierno anuncia planes con una "clara intención de salvar las elecciones de 1997", año en el que se renovaran las cámaras de diputados, dijo.
El Barzón, grupo que ha logrado una creciente presencia en la política nacional, se caracteriza por realizar periódicamente protestas de carácter llamativo, como marchar con disfraces o desnudarse frente a los bancos.
Cuando estalló la crisis de México en los últimos meses de 1994, con repercusiones internacionales conocidas como "efecto tequila", los intereses subieron hasta los tres dígitos orginando problemas de pago a los deudores y desnudando la debilidad de sistema bancario.
La empresa evaluadora de riesgos de crédito Securities Auction Capital afirma que los bancos mexicanos, cuyo índice de cartera vencida llegó en abril a 48,5 por ciento, requiere unos 13.000 millones de dólares para apuntalar sus programas de reactivación y apoyar la recuperación global de la economía.
La banca, rescatada hasta ahora con subsidios oficiales por más de 10.000 millones de dólares, aún no supera el riesgo de un colapso, advirtió José Garcia, portavoz del grupo financiero Serfin, el tercero más grande del país.
Serfin junto a Banamex y Bancomer manejan más de 65 por ciento de la deuda hipotecaria nacional.
Para José Luis Calva, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, el objetivo del nuevo plan oficial de apoyo a deudores es "ponerle un parche sobre otro parche". El costo del subsidio será finalmente pagado por los contribuyentes, denunció.
El Grupo de Economistas Asociados, un organismo privado que realiza continuos análisis financieros sobre el país, sosiene que debido al problema de las deudas, la contracción de la demanda interna y la persistencia de la crisis económica, la situación de la banca podría empeorar este año.
El gobierno es más optimista. Basados en un positivo comportamiento de los intereses -los cuatro últimos meses bajaron 18 puntos-, la tranquilidad que se registra en el mercado bursátil y la afluencia de recursos externos, las autoridades sostienen que los bancos están en franca recuperación.
Cálculos extraoficiales indican que el rescate a los bancos ha costado hasta el momento al Estado unos 5.000 millones de dólares más de lo que obtuvo por la privatización del sistema entre 1991 y 1992. (FIN/IPS/dc/dg/ip-if/96). =
