El debate político del Mercosur se enrareció hoy debido a un enfrentamiento entre Brasil y Uruguay, que si no se supera impedirá la ya negociada asociación de Chile con el bloque del cono sur de América.
Las negociaciones personales y diplomáticas entre ambas naciones no prosperaron. Brasil mantuvo restricciones a la importación de vestidos, afectando a Uruguay, y este país decidió bloquear el ingreso de nuevos socios al bloque.
Brasil redujo de 90 a 30 días el plazo de las "guías" (autorizaciones) para la importación de unos 500 productos de la industria de la vestimensileños "no han dado señales de que (la resolución) fuera a revertirse", puntualizó el embajador Agustín Espinosa, director de Integración y Mercosur de la cancillería uruguaya.
La reacción de Uruguay sacude la mesa del Mercosur, que se disponía a firmar el 25 de junio con Chile un acuerdo de liberalización comercial negociado trabajosamente durante casi dos años.
El convenio alcanzado y pendiente de firma anuncia para el 1 de julio el arancel cero para 20 por ciento de las ventas de Chile al Mercosur.
Así mismo, la asociación permitirá liberar de aranceles en un plazo de 10 años a 90 por ciento del intercambio comercial entre los cinco países.
En 1994, Chile vendió al Mercosur productos por valor de 1.300 millones de dólares, lo que significa que el volumen de exportaciones libres de aranceles será de 260 millones de dólares desde el 1 de julio.
Las compras chilenas al Mercosur ascendieron el último año a 2.000 millones de dólares. Según el acuerdo, el total que quedará liberado de gravámenes en la primera etapa equivaldrá a 140 millones de dólares.
La situación planteada no será de sencilla solución y la imagen del enfrentamiento de David y Goliat prevalece entre los gobernantes uruguayos.
Aunque Uruguay se mantuvo firme en su presión para que Brasil derogue las restricciones, las exportaciones a ese país son tenidas "especialmente" en cuenta a la hora de las grandes decisiones.
Uruguay, un país de 3,1 millones de habitantes, colocó el último año en Brasil, nación de 150,5 millones, 42,5 por ciento de todas sus exportaciones.
Esas ventas fueron las mayores de la historia comercial entre ambas naciones y superaron en más de 40 por ciento el record anterior, correspondiente a 1990.
Uruguay registró en 1994 un saldo negativo de 227 millones de dólares ante Brasil, pero el año pasado obtuvo un superávit de tres millones.
En la actual coyuntura, sus exportaciones al Mercosur en general, y a Brasil en particular, son fundamentales para Uruguay, debido a la fuerte contracción de sus ventas a Argentina.
La Cámara de Industrias de Uruguay había alertado respecto a esa concentración de las exportaciones, porque entendía que la pérdida de otros mercados puede ser clave en el caso de crisis interna en Brasil y Argentina o de medidas restrictivas de algunos de esos dos países.
Entre 1990 y 1995, Uruguay registró una pérdia de 13 por ciento en sus exportaciones a Europa y de 30,6 por ciento en las ventas a Estados Unidos.
En el mismo período las importaciones desde esos mercados aumentaron 81 y 106 por ciento, respectivamente. (FIN/rr/ff/if ip/96).
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