MERCOSUR: Brasil y Uruguay en crisis tras Ouro Preto

La pulseada de esta semana entre Uruguay y Brasil, el más pequeño y el más grande de los países del Mercosur, dejó en claro que el tamaño y el peso económico no tendrán importancia en el bloque cuando se violen derechos.

Cuando este martes el presidente uruguayo Julio Sanguinetti tomó el teléfono para dialogar con su par brasileño Fernando Henrique Cardoso, comenzó un proceso destinado a solucionar una crisis que podría afectar el ingreso de Chile al bloque subregional.

Pocas horas antes, Brasil había decidido reimplantar la exigencia de financiamiento a 30 días para las importaciones de una lista que comprende unos 500 productos de vestimenta, entre ellas la totalidad de las confecciones que Uruguay fabrica para ese mercado.

La medida implica una violación a las normas del Mercosur y determinó una enérgica respuesta de Uruguay, que anunció a Brasil y a los restantes socios, Argentina y Paraguay, que de no revertirse la situación no convalidará ningún acuerdo de asociación comercial.

Chile está en la puerta de entrada del Mercosur luego de casi dos años de duras negociaciones y la firma de los documentos se prevé para junio. Pero la actitud uruguaya trancaría también las negociaciones en el mismo sentido con Bolivia y Venezuela.

"Uruguay estará sentado en la mesa pero no avalará ninguna decisión", afirmó el canciller uruguayo Alvaro Ramos.

"Cómo es posible crear condiciones de negociación con otros países de la región si internamente tenemos estas dificultades y le quitan credibilidad al proceso" de integración, argumentó Ramos.

El director general de Integración y Mercosur de Uruguay, Agustín Espinosa, planteó el disgusto y la decisión uruguaya a la Comisión de Relaciones Exteriores del bloque que esta semana sesiona en Montevideo y recibió el respaldo de Paraguay.

La posición uruguaya también se explica por la severa crisis de la industria local, que quedó en evidencia este miércoles con el cierre de Alpargatas, la más antigua planta textil del país, con 105 años de antiguedad.

Daniel Dymenstein, presidente de la cámara uruguaya de la vestimenta, presionó al gobierno y dijo a IPS que espera una solución a la "mala jugada" de Brasil.

Según Dymenstein, si la media se mantiene muchas industrias textiles locales deberán paralizar su actividad.

La recién creada Asociación de Industriales de la Vestimenta del Mercosur (Aivem) puso en marcha su estructura y logró que la Asociación Brasilena de la Vestimenta (Abravest) pidiera la derogación de la media porque "hiere el acuerdo del Mercosur".

El tratado de Ouro Preto, que institucionalizó el Mercosur como unión aduanera incompleta en 1994, consolidó el principio de estabilidad de acceso a los mercados y esto es lo que Uruguay defenderá, dijo el canciller ante el primer gran enfrentamiento entre socios desde la firma del documento.

Abravest también señaló que el enfretamiento puede perjudicar el proceso de fusión de empresas, en pleno desarrollo en la región.

Ramos advirtió que además de los perjuicios, este tipo de medidas crean "un clima desvaforable" para el Mercosur porque va contra el espíritu y la letra del acuerdo que comenzó a regir hace 16 meses.

Una fuente del gobierno uruguayo dijo a IPS que no es el primer intento de violación por parte de Brasil, pero Uruguay se mantendrá firme para impedirlo.

El gobierno uruguayo ya recibió señales de una rápida solución y Brasil explicó que el problema se originó en una decisión inconsulta de la ex ministra de Industria Dorothea Warnek, poco antes de abandonar su puesto la semana pasada.

Francisco Dornelles, el nuevo ministro de Industria que asumió este martes será el resposable de poner punto final a la medida, que en principio pareció quedar solucionada tras la conversación entre Sanguinetti y Cardoso. (FIN/IPS/rr/ag/if/96)

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