Brasil abrió un nuevo foco de tensión en el Mercado Común del Sur (Mercosur) al incorporar a la ley de patentes farmacéuticas un mecanismo de captación de inversiones extranjeras que causa malestar en Argentina.
La protesta argentina se debe a una disposición agregada a la ley de patentes de Brasil, promulgada hace una semana, que obliga a la industria farmacéutica a producir en este país los medicamentos registrados.
La cláusula cuestionada viola los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC), según dijo el ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo.
Así mismo, la Comisión de Industria y Comercio de la cámara de Diputados de Argentina reclamó cambios en la nueva ley brasileña, para su armonización con la legislación argentina en materia de patentes farmacéuticas.
La solución podría ser que Brasil aceptara como nacional la producción del sector farmacético de Argentina, Paraguay y Uruguay, sus socios en el Mercosur, señaló el diputado Humberto Ruggero, presidente de la Comision.
La ley brasileña sólo admite la importación de productos farmacéuticos terminados en caso de que su fabricación no fuera viable económicamente en el mismo país.
Dada la legislación de patentes farmacéuticas vigente en los dos países, un laboratorio interesado en invertir en el área del Mercosur eligirá a Brasil, que concede mayor protección que Argentina, señaló Cavallo.
Parlamentarios de los dos países discutirán la cuestión el mes próximo y propuestas de armonizacion, buscando evitar un nuevo conflicto. Argentina ha cuestionado también la política brasileña en el área automóvilística.
El régimen automovilístico de Brasil también tiene como objetivo atraer fabricantes extranjeros, e impone a las compras en el exterior un arancel de 70 por ciento, que se reducirá gradualmente hasta 1999.
Las reglas adoptadas conceden a los fabricantes instalados en el país un descuento de 50 por ciento en los aranceles para la importación de vehículos, por un periodo de tres anos. También redujeron a dos por ciento los aranceles a insumos y maquinas adquiridos en el exterior por esos mismos empresarios.
De esa forma se favorece a Volkswagen, Fiat, General Motors y Mercedes Benz, las empresas transnacionales establecidas en el país. Japón, Corea del Sur y otras naciones que no cuentan con plantas de fabricación de automóviles en en Brasil se sienten discriminadas.
Japón y Corea del Sur amenazan presentar a la OMC una demanda contra las medidas brasilenas en el sector automovilístico. La ley de patentes farmacéticas puede seguir el mismo camino, según Cavallo. (FIN/IPS/mo/ff/if/96)