A medida que aumentan la muerte y la destrucción en Liberia, también crece la presión sobre el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para que ayude a pacificar una nación africana creada por este país para alojar a sus esclavos libertos hace 175 años.
Cinco senadores del Partido Demócrata escribieron esta semana al Presidente, pidiéndole que asuma la iniciativa, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que el organismo mundial aumente su presencia en el conflictivo territorio.
"Se debería organizar una fuerza pacificadora -dice la carta- con el aporte de los Estados africanos interesados en la misión e incluyendo a las tropas ya existentes de la ECOMOG -en alusión a los limitados efectivos de países de Africa occidental que actúan en Liberia-, bajo la autoridad de la ONU".
La Misión de Observación de las Naciones Unidas en Liberia (UNOMIL), que incluía 93 observadores antes de reanudarse la guerra entre facciones liberianas, ha sido reducida a sólo cinco oficiales militares en los últimos días.
UNOMIL tenía la tarea de desarmar a más de 60.000 milicianos y organizar elecciones.
Estados Unidos "puede contribuir con transportes adecuados y asistencia logística" a una fuerza de paz de la ONU, expresa la carta, que lleva la firma de los senadores Russel Feingold, Patrick Leahy, Dianne Feinstein, Carol Mosley-Braun y Paul Simon.
Tras reiterar su permanente apoyo a ECOMOG, los senadores señalan que "en vista de los últimos enfrentamientos, sin embargo, se debe aceptar que la operación pacificadora de los países de Africa occidental no cuenta con los recursos adecuados ni la aptitud para restablecer la seguridad".
Los senadores recuerdan a Clinton que "Estados Unidos tiene una relación antigua y exclusiva con Liberia y con su pueblo". Por esta razón, entienden que "tenemos la responsabilidad de tomar la delantera en la tarea de encontrar formas de resolver esta trágica situación".
También advierten que la continuación de las hostilidades "sólo agravará la ya desastrosa situación humanitaria y aumentará la inestabilidad regional".
En consecuencia, los senadores demócratas argumentan al Presidente que Estados Unidos debe reconocer "un apremiante interés nacional en la aspiración de adquirir un papel más activo en la tarea de garantizar la paz".
Al ver en la televisión y los periódicos las imágenes de los niños de la guerra, los cadáveres y la destrucción, los estadounidenses se han hecho cada día más sensibles al pedido de los liberianos para que Estados Unidos tome medidas concretas.
"Los coches (en Liberia) son estadounidenses, la bandera liberiana sigue el modelo de la bandera de Estados Unidos, lo mismo que las aspiraciones del pueblo liberiano", escribió el columnista William Raspberry en el diario The Washington Post. "Esto hace que tengamos un especial interés en ayudar". (FIN/IPS/tra-en/ru/yjc/arl/ip/96)