LAOS: País permanece un campo minado 20 años despues de la guerra

Un técnico laosiano suspende un detector de minas cercano a la tierra y escucha con cuidado las pulsaciones emitidas por el censor. La búsqueda de minas sin estallar es un proceso lento y cuidadoso, con peligro mortal a cada paso.

Más de 20 años despues del final de la guerra de Vietnam que devastó Indochina, las bombas siguen explotando a través de Laos, matando e hiriendo a cientos de personas, incluyendo a una generación que nunca fué parte de la contienda.

El vecino Vietnam, blanco principal de la campaña anticomunista de Estados Unidos en la región, ha logrado reconstruir gran parte de lo que fué destruído por la guerra, pero enteras zonas de Laos todavía son campos minados.

Los cráteres de las bombas salpican las colinas, granadas de mortero yacen al costado de los caminos y la gente que experimentó los horrores de la guerra todavía habla del dolor de perder a familiares o posesiones durante los bombardeos iniciados en 1964.

Sin embargo, el legado más peligroso de la guerra todavía son los artefactos sin explotar (UXO) que se encuentran sobre el terreno o enterrados bajo escuelas, casas, plantaciones y arrozales en 12 de las 17 provincias de Laos.

Los UXOs, según funcionarios y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONGs) que trabajan en Laos, son el mayor impedimento para el desarrollo del país, que sigue retrasado respecto a sus prósperos vecinos del Sudeste Asiático.

Laos fué escenario de intensas batallas terrestres como tambien de algunos de los más violentos bombardeos de la historia mundial desde 1964 hasta 1973.

De acuerdo con un documento de 1994, titulado "Herencia de la Guerra Secreta", redactado por el Comité Central Mennonita, una ONG estadounidense, la aviación de Washington lanzó alrededor de siete millones de bombas, así como una enorme cantidad de minas antipersonales en Laos, en el curso de una ofensiva aerea que se prolongó por 10 años.

También se produjeron un total de 580.344 misiones de bombardeo, el equivalente de un avión cargado con bombas cada ocho minutos durante nueve años, según el Programa Nacional UXO de Laos.

Entre 1964 y 1969 las alfombras de bombas lanzadas sobre el país fueron mantenidas en secreto y recién a comienzos de los años '70 se reveló la magnitud del daño, dijo el documento mennonita.

Los bombardeos más intensos se produjeron en las provincias de Houaphan y Xhieng Khoung, y tambien sobre la Ruta Ho Chi Minh, la línea vietnamita de abastecimientos que corría a lo largo de toda la frontera oriental laosiana.

Phoumy Thipphanavone, gobernador de Xieng Khoung, apuntó que "nuestra provincia fue totalmente destruída. No quedó una casa".

"Veinte años despues de la guerra la gente sigue sufriendo por las bombas sin estallar. No sabemos donde están exactamente porque fueron lanzadas por todas partes", lamentó.

En la Encrucijada Nong Phet, provincia de Xieng Khoung, los técnicos entrenados por la ONG británica Grupo Asesor de Minas (MAG) destruyeron en los últimos años 170 artefactos, la mayoría minas antipersonales del tamaño de una pelota de tenis y conocidas en Laos con el nombre de "bombitas".

En todo Xieng Khoung, 11.000 UXOs fueron destruídos por MAG en los últimos 18 meses. No obstante, muchas otras "canastas" de explosivos, que contienen 600 bombitas cada una, todavía saturan la campiña provincial.

Hace dos semanas, un niño de siete años se convirtió en la última víctima en Nong Phet cuando una bomba que se encontraba a 150 metros de un campo que estaba siendo limpiado por MAG, explotó cuando el menor la alcanzó con una pedrada. Su hermanita de tres años quedó herida.

Hay muy pocos datos sobre el número total de víctimas de los UXOs, pero MAG estimó que solo en un distrito de Xieng Khoung las bombas provocaron no menos de 1.100 víctimas desde que terminó la guerra, de las cuales 620 perecieron y las demás fueron heridas.

La contaminación de UXOs causa un serio problema humanitario y de desarrollo al país por la falta de recursos financieros. "Laos sufre escasez de arroz y una de las razones es que no hay tierra suficiente para cultivarlo", declaró Ian Mansfield, un ex ingeniero militar australiano que es asesor del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) para la limpieza de UXOs.

"Los laosianos quieren más tierra de cultivo pero es imposible debido a la presencia de bombas y minas sin estallar", explicó.

Mansfield dijo que el actual proyecto laosiano sobre UXOs va a tratar de imitar el esfuerzo de MAG en otras áreas del país, lo cual requerirá fondos este año por 4,5 millones de dólares, seis millones en 1997 y ocho millones adicionales en 1998.

El presupuesto de este año incluye 2,7 millones de dólares de ayuda estadounidense, que canalizará así su apoyo a un fondo fiduciario para limpieza de UXOs lanzado por el gobierno laosiano, el PNUD y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

Pese a que el gesto estadounidense fué bien recibido en Vientinane, jamás se podrán borrar los atroces recuerdos de la guerra. "Si el dolor es externo, se pueden usar medicamentos, pero ningun remedio puede curar los males del alma", lamentó Thipphanovone. (FIN/IPS/tra-en/ral/cpg/ego/ip-dv).

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