Las relaciones entre Kenia y Ruanda fueron puestas en el congelador después que el ex Frente Patriótico Ruandés (FPR) tomó el poder en Kigali en 1994.
Desde entonces han sido expulsados de Kenia dos encargados de negocios ruandeses, y un tercer diplomático permanece ahora bajo custodia de la policía de este país, por una acusación de intento de asesinato de un líder de la oposición de Ruanda.
El caso de este diplomático, Francis Mugabo -un agregado administrativo de la embajada de Ruanda en Nairobi- amenaza con terminar de una vez las relaciones diplomáticas entre estos dos países africanos.
Hace dos semanas, Kenia dio a Ruanda el siguiente ultimátum: o levanta la inmunidad del diplomático o deberá cerrar la embajada. Sin embargo, Kigali prefiere que Mugabo sea deportado.
Preocupado por la situación, un importante partido opositor, el Foro por la Restauración de la Democracia (FORD-Kenia), ha levantado la primera voz de la oposición pidiendo al presidente Daniel Moi que deje salir del país a Mugabo.
"Kenia sólo puede exigir que Mugabo sea retirado del país por Kigali, ya que no existen pruebas de que haya cometido algún delito, suficientes para mantenerle detenido", reza una declaración firmada por el secretario de asuntos internacionales de FORD-Kenia, Ismail Aden Yussuf.
Yussuf criticó también el ultimátum dado por Nairobi. "Esto no mejorará las ya hostiles y recelosas relaciones entre los dos países".
El dirigente opositor reclamó que el ministro de Asuntos Exteriores auspicie el diálogo con los ruandeses, si es que Kenia tiene esperanzas de influenciar la política de Ruanda.
"Ya es hora de que la política exterior de Kenia se base en los intereses colectivos de los kenianos y no en relaciones personales o en la satisfacción de los caprichos de los gobernantes", añadió Yussuf.
El último incidente entre los dos países -en el que se encuentra presuntamente involucrado Mugabo- se produjo el 26 de febrero, cuando en un suburbio de Nairobi fue herido de bala Seth Sendashonga, un político hutu vinculado a un movimiento para formar en el exilio un frente opositor al gobierno de Kigali.
También fue herido en la emboscada un sobrino de Sendashonga. Cuatro días más tarde, el fiscal general de Kenia, Amos Wako, emitió una declaración señalando a Mugabo entre los sospechosos.
El fiscal dijo que dos de los asaltantes escaparon, pero Mugabo "fue arrestado en el lugar, en posesión de una pistola… junto con su silenciador y 13 cargas de munición de 9mm". (FIN/IPS/tra-en/mn/oa/arl/ip/96)
