La leyenda sostiene que los agikuyu, el mayor grupo étnico de Kenia, fueron una vez gobernados por las mujeres, comenzando con las nueve hijas de los fundadores de la comunidad, las cuales dirigieron los nueve clanes originales.
Los problemas se plantearon cuando Wangu wa Makeri, la última mujer que mantuvo las riendas del poder, decretó que los hombres debían hacer las tareas hasta entonces femeninas. Ya frustrados por la poliandria, los hombres decidieron conspirar para expulsar a las mujeres del gobierno.
Unos sugirieron que si las mujeres se emborrachaban con "muratina", una bebida tradicional, podrían ser fácilmente atacadas y subyugadas, y otros exhortaron a los demás a debilitar a las mujeres embarazándolas.
Ahora un grupo de mujeres de Kenia se propone recuperar algo del terreno perdido hace siglos. Aunque su objetivo no es desplazar a los hombres del gobierno, planifican mejorar su representación formando un partido encabezado por ellas.
Pero es muy poco probable que en el corto plazo cambie la actitud del gobierno y muchas autoridades sobre la potenciación de la mujer.
El presidente Daniel Arap Moi, por ejemplo, rechazó las resoluciones de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en septiembre en Beijing "porque son extranjeras".
La oposición no presenta mejores perspectivas. El secretario general del partido FORD-Asili, Martin Shikuku, dijo el mes pasado en el parlamento que tiene toda la capacidad para encarar los temas del género "porque tengo mis propias cuatro mujeres".
Desde 1992, se ha hecho mucho para "sensibilizar al público sobre la igualdad de género y el hecho de compartir el poder", dijo María Nzomo, líder del grupo que intenta formar un nuevo partido, y añadió que "es tiempo de sondear las aguas y determinar el éxito de la campaña de concienciación".
Las perspectivas para la creación de un nuevo partido de mujeres no son alentadoras. Según la fiscal general Amos Wako, 36 partidos esperan para ser registrados en Kenia, y las posiblidades de la aprobación de un 37 grupo político son escasas.
Para muchos analistas, esto significa que las mujeres lograrían mejores resultados si se sumaran a los partidos existentes.
No obstante, la situación de las mujeres en los 12 partidos registrados deja mucho que desear. Todos son dirigidos por hombres, mientras sólo cinco mujeres fueron electas al parlamento de 200 escaños en las primeras elecciones generales en dos décadas, realizadas en 1992.
El gobierno de la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU), sólo tiene una ministra en su gabinete. Nyiva Mwendwa, a cargo de Cultura y Servicios Sociales, es la primera mujer en ocupar ese cargo en el país africano, donde 52 por ciento de los 28 millones de habitantes son mujeres. (FIN/IPS/tra-en/cw/lmw/jm/kb/lp/pr-ip/96)