El Senado otorgó hoy por 173 votos a favor, 139 en contra y una abstención la confianza al primer gobierno de centroizquierda en la historia de Italia, encabezado por Romano Prodi.
A favor votaron las fuerzas de la coalición que triunfó en las elecciones parlamentarias del 21 de abril: el ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS), la Lista Dini, encabezada por el actual ministro de Relaciones Exteriores, Lamberto Dini, los Verdes y e Partido Popular, formado por ex democristianos.
También contó con el respaldo de Refundación Comunista, que aunque no integra la coalición de centroizquierda suscribió un acuerdo electoral y anunció que en el futuro se pronunciará caso por caso en las materias que el gobierno someta a consideración del parlamento.
En contra votaron el centroderechista Polo de la Libertad, cuyas fuerzas principales son Forza Italia, del ex jefe del gobierno Silvio Berlusconi, y Alianza Nacional, y el movimiento federalista de la Liga Norte.
La Cámara de Diputados iniciará el miércoles próximo el debate sobre las líneas programáticas del nuevo gobierno y el viernes votará la confianza, que se da por descontada, con lo que asumirá la plenitud de sus poderes el gobierno número 55 en la historia republicana de Italia.
El debate del Senado, iniciado el miércoles pasado con un discurso de Prodi, continuó el jueves con más de 50 intervenciones de la oposición y concluyó este viernes con una réplica original del nuevo jefe del gobierno, que improvisó durante casi una hora, en base sólo a unos apuntes.
"Amigos de la oposición, razonemos", dijo Prodi durante su intervención, quien se presentó ante los senadores con un estilo sin precedentes, basado más en el diálogo que en la réplica, como seguramente ha hecho en sus clases de economía que por 25 años dictó en la Universidad de Bolonia, la más antigua del mundo.
Indicó los cinco puntos claves de la acción de su gobierno: el federalismo, el trabajo, las reformas, la escuela y el estado social.
"Tenemos cinco años, es una marcha larga, difícil, de aquí al 2001 decideremos si Italia puede realmente realizar un cambio profundo y radical", afirmó.
Prodi defendió con pasión el estado social, al que calificó como "la riqueza de un pueblo, la última cosa que se puede dejar de lado, pero que es necesario reestructurar".
La coalición de centroderecha puso en tela de juicio el estado social italiano, la salud y la educación gratuitas, y el sistema de jubilación, que se considera fue una de las causas fundamentales de su derrota electoral.
Defendio el estado social y la solidaridad, pero con rigor: si alguien simula estar enfermo se le debe dar una patada, pero si está enfermo de verdad, debemos ayudarlo.
"Algunos han tomado el ejemplo de la caravana republicana de Estados Unidos, que es verdad, va fuerte, pero no se detiene a recoger a quien cae, nosotros en cambio debemos hacerlo", dijo.
Insistió reiteradamente sobre el federalismo y aclaró una vez más su posición sobre este punto, que se ha transformado en crucial para Italia después que la Liga Norte planteara incluso la secesión de la Padania, la norteña región del valle del río Po, que incluye Piamonte, Lombardía y Véneto.
"El gobierno no quiere sólo el federalismo fiscal, sino una reforma global en sentido federalista, basada en la solidaridad", afirmó Prodi, agregando que para lograr este objetivo es necesario dar vida a un Estado reducido y ágil.
Por esta razón, "pediré al parlamento una facultad especial para realizar rápidamente el proceso para descentralizar y reformar la administración pública", afirmó.
Para hacer frente a la desocupación, que alcanza a 2,6 millones de personas, 12,6 por ciento de la población económicamente activa, dijo que es necesario un "pacto para el trabajo" que se debe discutir inmediatamente con los sectores sociales.
Se declaró partidario de condiciones de trabajo más flexibles, en lo que coincidió con planteamientos empresariales, y de formas sin precedentes de trabajo parcial.
Además, sostuvo que se deben encontrar respuestas adecuadas a los desafíos de mercado que llegan del Tercer Mundo y de Asia.
La política exterior estuvo ausente en la réplica de Prodi, aunque ya la había anunciado en la intervención con la que se inició este debate de tres días, señalando que Europa constituye la prioridad. (FIN/IPS/jp/ag/ip/96)