El tribunal militar de la capital de Italia inició hoy el proceso contra el ex oficial nazi Erich Priebke, acusado de homicidio múltiple con el agravante de crueldad por su responsabilidad en la matanza de 335 civiles italianos durante la segunda guerra mundial.
El tribunal rechazó todas las objeciones presentadas por la defensa de Priebke, quien asistió a la audiencia y escuchó impasible las acusaciones a las cuales deberá hacer frente, tras haber sido extraditado en noviembre pasado de Argentina, a donde escapó al término de la guerra.
Priebke, de 82 años, está acusado de haber dado muerte "con crueldad" a personas que "no tomaban parte en operaciones bélicas", el 24 de marzo de 1944 en las Fosas Ardeatinas, en las afueras de Roma, en represalia por una acción de los partisanos italianos contra las tropas alemanas que ocupaban Italia.
El tribunal aceptó los testimonios de 25 personas, muchas de las cuales parientes de las víctimas, en el que podría ser el último proceso a un representante del Tercer Reich.
El 3 de abril, Priebke, quien está detenido en un cuartel militar, invocó ante el tribunal la legitimidad de la represalia, se declaró inocente y sostuvo que los verdaderos culpables de la matanza fueron los responsables del atentado de los partisanos, que causó 32 muertos en filas alemanas.
Los nazis ordenaron la represalia, que consistió en que 10 italianos debían morir por cada alemán, pero al final fueron 335, 15 más de lo previsto, por orden de Herbert Kappler, comandante de la Gestapo en Roma.
La matanza de las Fosas Ardeatinas es considerado el más grave crimen cometido en Italia durante la segunda guerra mundial.
Hasta hoy han sido condenados en diversos países por crímenes de guerra cerca de 6.500 nazis, mientras que aún no han sido archivados más de 21.000 procesos, pero las huellas de muchos de ellos se han perdido en países sudamericanos donde se han refugiado.
Priebke vivió tranquilamente sin cambiar de nombre en la sureña ciudad argentina de Bariloche hasta el 7 de mayo de 1994, cuando incautamente concedió una entrevista. Manifestó que no podía negarse a respetar las órdenes porque de otra manera habría sido muerto él mismo.
El fiscal, Antonino Intellisano, quien presentará acusaciones el viernes próximo, dijo que "era verdad que cumplió órdenes, pero podía haberse negado porque se trataba de órdenes ilegítimas". (FIN/IPS/jp/ag/ip-hd/96)