La Italia que se acerca al año 2000 presenta crecientes desigualdades económicas y se ensancha la brecha entre la riqueza del norte rico y la relativa pobreza del sur, según un informe oficial divulgado hoy.
La recesión que sufrió Italia en 1993 aumentó las diferencias sociales, afirmó el Instituto Nacional de Estadísticas (ISTAT) en su radiografía anual del país.
Diez por ciento de las familias más ricas gastan ocho veces más que diez por ciento de las más pobres. La crisis del empleo ha dejado de ser coyuntural para convertirse en crónica y en 1995 afectó a 12 por ciento de la población económicamente activa.
Los desocupados son 2,7 millones, mientras un tercio de los jóvenes no tienen trabajo. El desempleo juvenil suma 55 por ciento en el sur.
La crisis del empleo ha repercutido en la educación, que para muchos ya no es vía de inserción en el mercado laboral.
Unicamente dos tercios de los 80.000 italianos que obtuvieron un título universitario en 1992 declararon estar empleados en 1995, y cada año, unos 250.000 estudiantes desertan de enseñanza secundaria.
La recesión no ha modificado prácticamente el nivel de consumo en el noreste, pero su impacto se siente en el sur, donde las familias que consideran su situación económica peor que en el año precedente aumentó entre 1994 y 1995 de 32 a 37 por ciento.
Seis por ciento de las familias del sur consideran insuficientes sus ingresos, una proporción que en el norte se reduce a tres por ciento.
El núcleo familiar se encuentra además en crisis y aumenta la cantidad de personas que viven solas, que son 4,4 millones en total y conforman 25 por ciento de los hogares del norte y 16 por ciento del sur.
Así mismo, el informe reveló que 40 de cada cien italianos no concurrieron el último año al cine o al teatro, ni a conciertos o espectáculos deportivos ni a museos, y seis por ciento de los consultados declararon no leer libros en el tiempo libre.
El ISTAT señaló que Italia deberá hacer muchos sacrificios para acercarse a los países líderes de la Union Europea (UE).
Pero la "mayor estabilidad" del escenario político nacional "representa por sí misma una oportunidad" para cumplir las exigencias acordadas por la UE para la constitución de la Unión Económica y Monetaria, se admitió en el informe.
Se aguarda para esta semana la instalación del primer gobierno de centroizquierda en la historia de la Italia republicana. Al frente del consejo de ministros estará Romano Prodi, líder de la coalición Olivo, que se impuso en las elecciones del 21 de abril a la alianza centroderechista Polo de la Libertad.
El estudio realizado por el ISTAT comprobó que la población italiana decrece, y en el 2050 estará compuesta sólo por 46,3 millones de habitantes, frente a 57,3 millones en la actualidad. (FIN/IPS/jp/ff/pr/96).