El gobierno de Iraq firmó hoy un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reanudar sus exportaciones de petróleo bajo estrictos controles del organismo mundial.
El acuerdo permite a Iraq reanudar las ventas de petróleo suspendidas desde agosto de 1990, cuando la ONU aplicó a Iraq un duro embargo internacional para castigarla por su invasión a Kuwait.
Se trata de "un buen trato para el pueblo iraquí", expresó el embajador Abdul-Amir al-Anbari, quien firmó un memorando de entendimiento con el subsecretario general de la ONU Hans Corell.
Mientras, el secretario general Boutros Boutros-Ghali consideró el acuerdo como un éxito del Consejo de Seguridad, que el año pasado aprobó, en su resolución 986, la venta limitada de petróleo de Iraq para aliviar el sufrimiento humano en ese país.
Boutros-Ghali afirmó que las acciones de la ONU están dirigidas a poner un alto al sufrimiento de los iraquíes al permitir a su gobierno comprar alimentos y medicinas, de los cuales carece actualmente debido a la falta de divisas.
Al-Anbari expresó su confianza en que Iraq reanude sus ventas "dentro de un mes", pero la portavoz de ONU Sylvana Foa dijo que probablemente Bagdad deba esperar un poco más, quizá entre uno y dos meses.
Iraq aún debe enviar a Boutros-Ghali para su aprobación un plan detallando la forma de distribución del ingreso procedente del petróleo entre los iraquíes, incluso los kurdos de tres regiones semiautónomas del norte, y la ONU también debe crear una cuenta bancaria para procesar las transacciones pertinentes, informó Foa.
Hussein comunicó la aceptación a Al-Anbari el pasado fin de semana, luego de rechazar durante un año la resolución 986, argumentando que el acuerdo violaba la soberanía iraquí.
Rápidamente, Corell y Al-Anbari firmaron este lunes por la mañana el memorando de entendimiento, y los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su confianza en su pronta implementación.
El acuerdo prevé un período inicial de seis meses en el que Iraq podrá vender 2.000 millones de dólares en petróleo y utilizar las ganancias para comprar alimentos y medicinas para su pueblo. La ONU controlará las exportaciones, así como la distribución de los bienes adquiridos.
Los términos acordados aseguran "una distribución equitativa de los ingresos", señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Madeleine Albright, y puntualizó que "se trata claramente de una excepción humanitaria y no de un levantamiento de las sanciones". (FIN/IPS/tra-en/fah/ml/ip-if/96)