El canciller de Chile, José Miguel Insulza, ratificó este miércoles la firma del acuerdo con el Mercado Común del Sur (Mercosur) el 25 de junio, en tanto el ministro de Economía, Alvaro García, sostuvo que la fecha podría posponerse.
Mientras Insulza advertía en la cancillería sobre "el tono de alarma excesiva" creado en torno a nuevas condiciones que habría planteado el bloque subregional, García afirmaba en su ministerio que "Chile firmará (el acuerdo) sólo si ese ingreso (al Mercosur) es beneficioso para el país".
Ambos ministros admitieron, no obstante, que hay dificultades en la fase final de la negociación para firmar el 25 de junio en Buenos Aires el acuerdo de asociación y libre comercio con el bloque que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Insulza restó gravedad a tales dificultades, relativas a las llamadas normas de origen, y expresó su esperanza en que serán superadas en las conversaciones de lunes y martes próximos en Buenos Aires, agregando que la fecha del 25 de junio "continúa a firme".
García, en cambio, aclaró que las demandas del Mercosur afectan a 50 por ciento de los 1.600 productos contemplados en el acuerdo y sostuvo que una materia así obligaría a posponer la fecha de firma del acuerdo.
Las normas de origen se refieren a los porcentajes de componentes importados y a su transformación en los bienes que gozarán de liberaciones arancelarias en el marco del acuerdo de libre comercio.
El ministro de Economía señaló que sólo ahora los interlocutores del Mercosur han planteado que esas normas se apliquen a 50 por ciento del intercambio, lo cual resulta extemporáneo a esta altura de la negociación.
García dijo que si se pretende incorporar ese tema hay que dar un nuevo plazo para la negociación, o en su defecto remitir el tema a los grupos de trabajo especiales del Mercosur luego de la firma del acuerdo.
El canciller Insulza reprobó el "tono de alarma excesiva" y dijo que "las dificultades se ajustan a un proceso normal de tratativas", las cuales podrían ser superadas en las conversaciones de la semana entrante.
El jefe de la diplomacia chilena refutó informaciones de la prensa local que calificaron las demandas del Mercosur sobre las normas de origen como "nuevas restricciones" de parte de los cuatro países en contra de Chile.
"No se trata de nuevas restricciones, pero es complicado poner una lista de esa magnitud cuando la negociación está concluyendo", dijo el canciller.
Según Insulza, en términos generales es lícito que las partes incorporen "nuevos temas", como sería el de las normas de origen, pero no es apropiado que lo hagan ahora.
Observadores locales estimaron que estas dificultades de última hora surgidas en la negociación están relacionadas con las contradicciones que se evidenciaron en los últimos días entre los propios miembros del Mercosur.
Uruguay y Paraguay, en litigio con Brasil por la reducción de plazos para créditos de importación de textiles, han advertido que podrían oponerse a la firma de tratados del Mercosur con terceros países.
Las negociaciones para el acuerdo Chile-Mercosur se iniciaron en el segundo semestre de 1994, para arribar a un acuerdo recién a comienzos de este año, tras difíciles definiciones en el tema agrícola. (FIN/IPS/ggr/dm/if/96)