HONG KONG: Pasaje de poder traumatiza a grupos cristianos

La cuenta regresiva del cambio de poder resulta traumática para grupos religiosos locales, ahora divididos sobre la manera en que la Iglesia debe involucrarse en cuestiones políticas ligadas al traspaso de la colonia británica a China.

la cuestión cobró actualidad a raíz de la decisión del Consejo Cristiano de Hong Kong (HKCC), una organización que agrupa a distintas entidades eclesiásticas, de integrar la Comisión Preparatoria nombrada por Beijing, que debe ayudar a elegir al primer gobernador post-1997.

La amarga división en las filas de la Iglesia, que se viene arrastrando desde hace varias semanas, ahora salió a la luz porque ocho grupos cristianos atacaron el viernes al HKCC por sentar "un mal precedente".

En una declaración conjunta, la coalición no denominada que incluye a la Comisión Justicia y Paz de la diócesis católica de Hong Kong y el Instituto Cristiano de Hong Kong, entre otros, expresó su rechazo de que las iglesias integren la Comisión.

Afirmaron que esa iniciativa podría comprometer la independencia eclesiástica antes y despues de 1997.

Una vocera de la Comisión Justicia y Paz, Mary Yuen, declaró previamente que "nuestra oposición a la Comisión de Selección ha sido muy firme y clara, es antidemocrática y opuesta a los deseos del pueblo de Hong Kong".

A comienzos de mes, el HCKK votó en favor de sentarse en la Comisión de Selección del Comité Preparatorio, de modo que sus representantes pudieran ayudar a elegir al primer mandatario de la península post-1997. China concedió cuatro escaños en el Comité de Selección a las iglesias cristianas.

No obstante, en un intento para aplacar a aquellos que se oponen a cualquier presencia eclesiástica en las tareas del comité, el HCKK dijo que se abstendrá de participar en las discusiones del organismo sobre la la instalación de una legislatura provisoria que reemplace a la actual.

La iniciativa podría ser muy polémica porque los dos principales objetivos del Comité son elegir al futuro mandatario y disolver la actual legislatura, una medida que muchos ven como una contravención a la miniconstitución post-1997 de Hong Kong, conocida como la Ley Básica.

Rose Wu, una portavoz del grupo opositor, declaró que mucha gente cree que la instalación de una legislatura provisoria es ilegal e injusta. "Si la iglesia se une al Comité estamos ayudando a promover la injusticia", afirmó.

Otros dijeron que la iglesia debería evitar cualquier participación activa en la estructura política. Esa medida, dijeron, destruye la unidad eclesiástica, la cual será importante despues del traspaso de 1997 en caso que Beijing ataque la libertad religiosa en la ex colonia. Añadieron que tambien viola el principio de separación entre iglesia y estado.

El enojo cundió cuando la Iglesia Católica de Hong Kong ordenó a comienzos de mes a sus organizaciones que no se opusieran al Comité de Selección.

El cardenal John Wu, titular de la diócesis de Hong Kong, envió un memorandum a sus párrocos y organizaciones ecleciásticas advirtiéndoles que no expresaran opiniones diferentes a aquellas de la jerarquía ecleciástica.

En el diario interno oficial de la Iglesia, Wu escribió el mes pasado que si los católicos eran invitados a integrar el Comité, quedarían habilitados para participar en la selección del primer mandatario post-1997, "una oportunidad que vale la pena".

Sin embargo, soslayó el tema de la legislatura. "En cuanto a la selección de la legislatura provisoria por el Comité, esto debe ser determinado por la legalidad de ese organismo", expresó.

"La Iglesia Católica aceptará cualquier medida que sea acorde con la ley y brinde ventajas en los arreglos para una pacífica y estable transición (al poder chino)", dijo.

Rosa Wu, la vocera de los ocho grupos eclesiásticos disidentes, describió la directiva de la Iglesia Católica como antidemocrática, y dijo que la orden del cardenal Wu confundirá a la gente común, que podría sentir que la Iglesia ya no la representa adecuadamente.

El reverendo anglicano Fung Chi Wood, ex legislador del Partido Demócrata, quién se unió al grupo disidente, dijo que una porción sustancial de católicos está fuertemente en contra del Comité de Selección y su propósito de disolver la legislatura.

"Si nos unimos (al Comité) esta vez, podría haber más presión de la autoridad central (china) para que participemos en otros asuntos políticos", declaró Fung.

Algunos opinaron que la actual crisis en la iglesia es inevitable debido al pasaje de poder a manos de Beijing.

"La actual situación es insólita para nosotros", dijo el secretario general del HKCC, So Man-King. " Todo se debe al traspaso de poder…".

El vicario general, Dominic Chan, tambien opinó que era un período crítico en Hong Kong. "Para la gente es muy importante abordar los problemas de una manera racional. Nunca nos hemos enfrentado antes con semejante situación y, ciertamente, es un desafío". (FIN/IPS/tra-en/ys/cpg/ego/ip-cr).

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