Iglesias de todas las denominaciones tañerán las campanas, los vehículos se detendrán y sonarán las bocinas, los buques en el puerto harán oír sus sirenas y los aviones hasta podrían volar a baja altura sobre esta capital.
Una cadena humana de manos entrelazadas se extenderá desde el aeropuerto internacional de Timehri, 41 kilómetros al sur de Georgetown, pasará por la ciudad y se prolongará hasta la costa oriental del Río Berbice.
Otra cadena se extenderá al oeste a través del Puente Demerara de dos kilómetros de longitud y seguirá hasta la costa oriental del Río Essequibo.
Formaciones similares continuarán sobre la ribera del Essequibo.
Esos eventos han sido organizados para que tengan lugar el 26 de mayo, una jornada que ha sido declarada de fraterna unidad en un país que durante muchos años mantuvo conflictivas relaciones entre la población negra y los indios orientales.
Preocupadas porque las tensas relaciones entre la mayoritaria población india y la comunidad afro-guyanesa, que conforma el 40 por ciento, están retardando el desarrollo, organizaciones locales de voluntarios han decidido afrontar el problema sin pedir demasiada ayuda a los partidos políticos.
Las filiales nacionales de los clubs Rotary y Lions desean que los guyaneses e incluso expatriados que viven aquí se estrechen las manos por tres minutos a las 10 de la mañana, cuando el país celebre su independencia en un simbólico reconocimiento, sin precedentes, de los problemas raciales del país.
El esfuerzo ha sido denominado "HUG" (Hands Uniting Guyana- Manos que Unen Guyana) y será el evento más significativo que marcará los 30 años de independencia guyanesa del poder colonial británico. HUG, previsiblemente, empalidecerá los demás festejos políticos y deportivos organizados por el estado y otros grupos.
"Simbolizará el orgullo nacional y tambien será la admisión de algunos de nuestros problemas", declaró Terry Holder, director de servicios internacionales del Rotary Club de Georgetown.
Si el esfuerzo fracasa, los organizadores dijeron que considerarán los intentos de mejorar los vínculos raciales como una causa perdida.
Discjockeys radiales y animadores de televisión están propagando la idea de HUG, en medio de un torrente de acusaciones de discriminación dirigidas a la administración del primer ministro Cheddi Jagan. El propio Jagan es de orígen indio.
El Partido Progresista Popular (PPP) que lidera asumió el poder en 1992, tras 28 años de gobierno del Congreso Nacional Popular (PNC) dominado por los afroguyaneses.
No siempre la cuestión racial ha sido un problema en este país. Los africanos fueron traídos como esclavos para que trabajaran en las plantaciones de azúcar a partir del siglo XVII, si bien despues de la abolición los indios orientales afluyeron al país, traídos como mano de obra contratada para llenar el vacío dejado por los ex esclavos en las factorías azucareras.
La sociedad estuvo altamente estratificada en el primer período de postguerra con los indios en la agricultura y los negros en el servicio civil. Los primeros desórdenes raciales estallaron en los años '60, durante una huelga de obreros azucareros, y provocaron un saldo de 150 muertos con millones de dólares en daños a la propiedad.
El resultado fué un viraje gradual hacia la política racial.
Jagan, entonces primer ministro de la colonial Guyana Británica, culpó insistentemente a la administración del presidente John Kennedy por usar la CIA para fomentar discordia entre ambos grupos.
Los observadores dijeron que, irónicamente, fué Washington la que facilitó el retorno al poder del comunista reformado Jagan, quitando la asistencia al PNC y enviando al ex presidente Jimmy Carter a supervisar las elecciones de 1992.
Carter encabezó un equipo de observadores internacionales en ese comicio crucial para Guyana.
A raíz de la promesa de afrontar el problema racial, formulada en su campaña proselitista, Jagan nombró una Comision de Relaciones Interraciales a pocos meses de asumir el gobierno. Los políticos la calificaron de inocua porque carece de fondos y está mal equipada.
El secretario de la comisión, Kampta Karran, dijo que sus funcionarios están trabajando actualmente en un Libro Blanco que será presentado este año ante la asamblea nacional.
Muchos observadores dijeron que los guyaneses han votado tradicionalmente más por raza que política en las elecciones generales. Esa es la razón por la cual negros, descendientes de portugueses, amerindios y la pequeña comunidad china en Guyana han temido por largo tiempo la dominación india.
A pesar de haber crecido y logrado dominar el sector comercial desde la independencia, los indios se vieron aislados por largo tiempo de la esfera política y tambien limitados en sus esfuerzos para poder integrar las fuerzas de seguridad del país.
La inseguridad racial es uno de los problemas más graves que enfrenta Jagan, un hecho que señala en todos sus discursos.
Karran dijo que su comisión iniciará un programa público para desmoronar "mitos y estereotipos entre los distintos grupos", si bien se trata de un problema más difícil de lo que parece.
Los problemas de Jagan no fueron ayudados porque su partido exoneró y transfirió a funcionarios que trabajaron en la anterior administración. Muchos de los licenciados son negros. Los críticos dijeron que gran cantidad de indios que no se desempeñan con eficacia aún siguen en sus puestos. (FIN/IPS/pr/bw/cb/ego/ip-pr).
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