Una combinación de nuevos datos científicos y presión política obliga paulatinamente a Gran Bretaña a aceptar como inevitable el sacrificio en masa del ganado afectado por la encefalopatía esponjiforme bovina (BSE), la denominada enfermedad "de las vacas locas".
La detección de lo que parecen ser cuatro nuevos casos en pacientes relativamente jóvenes de la enfermedad de Creutzfeldt- Jakob (CJD), que contraen principalmente ancianos, incrementó el temor sobre una "epidemia", de acuerdo con las estadísticas.
La CJD en jóvenes fue relacionada con la ingestión de carne bovina infactada por la enfermedad de las vacas locas, según distintos informes científicos.
Richard Lacey, un profesor de la Universidad de Leeds que sostiene esta tesis, dijo que los cuatro nuevos casos constituyen "noticias devastadoras", y sugirió que se avecina una epidemia de una forma de la BSE que afecta a humanos provocada por la ingesta de carne vacuna.
"La relación cronológica es correcta, pues la enfermedad humana se registra unos 10 años después de la epidemia bovina. En 1991 predije que veríamos los primeros casos de CJD relacionada con la BSE en 1996", dijo Lacey.
El científico se resistió a pronosticar la evolución de la CJD vinculada a la enfermedad de las vacas locas, aunque afirmó que en el 2015 se registrarían entre 5.000 y 500.000 casos.
Funcionarios del gobierno de Gran Bretaña se negaron a admitir que los últimos cuatro casos detectados de CJD en jóvenes tengan relación con el anunciado sacrificio del ganado con riesgo de estar enfermo, que comenzará en los próximos días.
La Unión Europea (UE) sostuvo que la matanza propuesta no es suficiente para garantizar la salud de los consumidores, y presiona fuertemente a Londres para que desafíe a la oposición nacional y disponga un sacrificio más amplio que elimine la enfermedad de las vacas locas de una vez y para siempre.
Casi 150 mataderos y mercados serán el escenario del sacrificio programado, que abarcará a todo el ganado mayor de 30 meses. Los cadáveres serán teñidos químicamente para evitar que se vendan clandestinamente a las carnicerías.
"Los detalles ya han sido dispuestos y los primeros sacrificios se procesarán en estos días", informó un comunicado del gobierno de Gran Bretaña.
Pero la asociación de productores ganaderos británicos dudan que la medida se implemente tan rápidamente. La derecha del parlamento, caracterizada por un sentimiento contrario a la UE, alertó que rechazará la legislación que se requiere para efectuar la matanza.
Lacey dijo a IPS que tres de los cuatro nuevos casos (uno confirmado y dos supuestos) proceden de la misma zona, Ashford, en el sudeste de Inglaterra.
Mientras tanto, Ana Pearson, de 29 años, también residente allí, murió en febrero de CJD. El suyo fue uno de los 10 casos que sirvieron de base a la investigación desarrollada por la Unidad de Vigilancia del CJD que alertó el 20 de marzo sobre el posible vínculo entre esa enfermedad humana y la BSE.
La UE impuso la prohibición de exportaciones de carne británica el 27 de marzo, lo cual provocó cuestionamientos severos del gobernante Partido Conservador a todas las disposiciones en materia comercial del bloque europeo.
La derecha del Partido Conservador sostiene que la prohibición es injustificada y perjudicial para los productores ganaderos británicos, y expuso en tal sentido investigaciones efectuadas por sus propios asesores científicos.
Lacey rechazó las pruebas presentadas por el gobierno y advirtió que, en términos estadísticos, una epidemia de CJD en humanos jóvenes está en pleno desarrollo.
Uno de los nuevos pacientes es Graham Brown, un bombero de 36 años. La tercera es una mujer de 56 años que, de acuerdo con su edad, podría ser un caso de CJD cmún.
Otro caso sin confirmar afectó a una joven de 15 años. El médico tratante, Peter Behan, del Hospital General del Sur de Glasgow, dijo que la paciente era aficionada a las hamburguesas.
Behan alertó que quienes aún comen productos con riesgo de contener el prion (proteína) que origina el BSE estaban "jugando con un riesgo considerable".
Pero las autoridades del hospital se rehusaron a confirmar el diagnóstico, efectuado con un nuevo examen desarrollado por científicos del Instituto Caltech, de California, y afirmaron que la opinión de Behan no coincidía con la de muchos de sus colegas.
Otros casos de presunta CJD en jóvenes salieron a luz en Lyon, Francia (un mecánico de 26 años) y también en un hospital de Munich, Alemania, donde se atiende a un empleado de restaurante de 36 años que manejaba habitualmente carne y sesos.
Pero la confirmación de los diagnósticos deberá esperar hasta que se efectúe una biopsia de cerebro, dijo el neurólogo clínico Bastian Conrad. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/mj/he if/96)