Costa Rica ha pedido oficialmente a Alemania el envío de 1.000 a 1.500 educadores para que instruyan en ciencias naturales e idioma alemán a los escolares de los 500 colegios de secundaria de ese país, según fuentes diplomáticas consultadas por IPS en Bonn.
El presidente de Costa Rica, José María Figueres, formuló esta petición en Managua al ministro alemán de Cooperación Económica y Desarrollo, Carl-Dieter Spranger, que acompañó al presidente germano, Roman Herzog, en su reciente visita a Nicaragua y Venezuela.
El país centroamericano le propone a Alemania canjear deuda por educación, o sea pagar parte de su deuda externa bilateral de 47 millones de dólares con los sueldos de los maestros alemanes.
Con esta novedosa propuesta, Costa Rica quiere reducir sensiblemente la deuda contraida con Alemania, mejorar el n ivel de su enseñanza secundaria y convertirse así en el primer país americano que abre las puertas de todos sus colegios de secundaria a la enseñanza regular de alemán.
Por otro lado, Alemania reduciría el número de sus maestros sin trabajo, contribuiría a bajar la presión de la deuda externa en Costa Rica y podría poner en marcha un proyecto piloto de enseñanza de la lengua alemana a nivel nacional entre jóvenes de 13 a 18 años.
Costa Rica continuaría así con la tradición que empezó en 1875 con la contratación de los primeros profesores universitarios y maestros alemanes, entre ellos el profesor Friedrich Prestinary o los maestros Helmut Polakowsky y Gustav Traugott Schwarz, según señala Helmut Fröschle en su libro 'Alemanes en América Latina'.
Académicos alemanes, sobre todo maestros, médicos, ingenieros y botánicos, figuran en la migración alemana a Costa Rica a partir de 1850, junto con comerciantes y campesinos.
Ludwig Schoenau, maestro nacido en Suiza, que trabajó en Alemania muchos años, fundó en San José el Seminario de Pedagogía en 1886 y posteriormente el Liceo.
Otto Littmann, autor de varios libros escolares en Costa Rica, ejerció en esos años una profunda influencia en el sistema educativo de este país centroamericano, junto con Vicente Lachner Sandoval, según Fröschle.
Hoy, 60 estudiantes y diplomados costarricenses realizan estudios en universidades alemanas, todos ellos becados por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).
Costa Rica comparte aquí con el Perú el quinto lugar entre los países latinoamericanos, después de Brasil, Argentina, México y Chile. Por otro lado, 82 estudiantes y docentes alemanes están becados por el DAAD en el país centroamericano.
Alemania tiene actualmente unos cuatro millones de desocupados, o sea alrededor de 11 por ciento de la población activa. Cuenta con 660.000 maestros de escuela primaria y secundaria y 105.000 de escuelas profesionales. Un 28 por ciento de ellos tiene una plaza parcial o trabaja por horas.
El número de maestros desempleados en Alemania es grande, explica un portavoz del Sindicato Educación y Ciencia (GEW), de Francfort, y agrega que las cifras son inexactas porque no incluyen a aquellos educadores que han perdido su trabajo y no ven posibilidades de conseguir un nuevo empleo en su disciplina.
Los maestros sin trabajo, aunque sean recién salidos de la universidad, prefieren trabajar en otra profesión.
Una delegación del gobierno costarricense está esta semana sosteniendo contactos en Bonn con las autoridades alemanas para estudiar las posibilidades de obtener también la asistencia del gobierno a una veintena de proyectos de protección del medio ambiente, varios de ellos de extensión regional centroamericana.
Alemania coopera en la protección del medio ambiente con varios países latinoamericanos, como Brasil, Perú, Ecuador, Chile y República Dominicana, entre otros.
Con Perú ha acordado, por ejemplo, convertir 20 millones de dólares de deuda (30 millones de marcos) en aportación alemana a la protección de parques nacionales.
El gobierno de Lima participa en este proyecto con seis millones de dólares (9 millones de marcos), según un portavoz del ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo.
Costa Rica, calificada hasta ahora en Alemania como la Suiza centroamericana, fue en 1995 destino de más de 71.000 turistas germanos, gran parte de los cuales se sienten atraidos por las playas y el ecoturismo. El 8,5 por ciento de los 840.000 turistas que recibió Costa Rica ese año fueron alemanes.
El prestigioso semanario de Hamburgo 'Die Zeit' (El tiempo) publica un amplio informe sobre el ecoturismo en Costa Rica y destaca que los numerosos parques nacionales cubren 25 por ciento de su territorio.
Añade que el Estado y empresas privadas ofrecen a los turistas excursiones por la selva y las montañas para admirar la 'extraordinaria' flora y fauna del país.
Además de turismo tradicional de playa, Costa Rica se distingue por sus volcanes activos, fuentes de agua caliente, tortugas gigantescas, criaderos de mariposas, jardines botánicos, piragüismo fluvial y 80 clases de orquídeas.
Especial énfasis merece sobre todo el funicular que permite observar de cerca y por encima de los árboles las aves y las flores de una selva a 1.300 metros de altura, a sólo una hora de San José.
El semanario alemán subraya las críticas que hacen a las autoridades costarricenses el propietario del funicular, Donald Perry, la fundación Fundecor y la asociación Atec de Talamanca, por admitir la degradación del medio ambiente para aumentar el flujo turístico, hoy la principal fuente de divisas del país.
La Asociación Alemana de Oficinas de Turismo y uno de los granes operadores turísticos de Alemania (NUR) afirman que la delincuencia, secuestros incluidos, aún no ha conducido a un descenso en las reservaciones.
Alemania es, después de EE.UU., el segundo socio comercial del país centroamericano en el mundo, y el primer socio comercial, el mayor aportador de turistas y el mayor comprador de café costarricense de la Unión Europea.
Alemania es igualmente uno de los principales importadores de productos costarricenses no tradicionales, como verduras, mangos y piñas. (FIN/IPS/as/jc/if-dv/96)