Los ministros de Educación de América Latina y el Caribe, reunidos en Kingston esta semana, esperan dejar Jamaica con estrategias firmemente acordadas a fin de mejorar la calidad de la educación en la región.
Esta conferencia de ministros de Educación -la séptima de esta naturaleza organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la región- es la primera que se realiza en un país de habla inglesa.
La educación en el siglo XXI es una de las primeras preocupaciones de la UNESCO.
No obstante, los observadores entienden que no será fácil la tarea que se proponen los gobernantes regionales, pese al empeño que pongan en sus reuniones de lunes a viernes, pues son muchos los problemas y esquivas las soluciones.
La creciente violencia en las escuelas, aulas superpobladas, escasez de profesores debido a los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo, además de altas tasas de analfabetismo, son sólo algunas de las cuestiones que los ministros deben acometer.
"Se han presentado situaciones de violencia en todos los institutos educacionales de la región… No cabe duda de que éste es uno de los asuntos que tendremos que enfrentar", dijo el presidente de la conferencia y ministro de Educación de Jamaica, Burchell Whiteman.
"Espero que uno de los resultados de esta conferencia sea un proyecto regional para corregir el problema de la violencia, con el apoyo financiero de la UNESCO u otra de las organizaciones internacionales que están presentes", añadió Whiteman.
La escasez de profesores significa que continúa ascendiendo la relación maestro/alumno por encima de niveles aceptables. En Jamaica, por ejemplo, en muchas aulas del nivel primario, hay sólo un maestro cada 60 estudiantes.
El nivel de analfabetismo preocupa a los ministros, que comparan la tasa general de alfabetización de la región -86,5 por ciento entre los mayores de 15 años- con la de muchos países industrializados donde es superior a 98 por ciento.
Los responsables regionales de la educación aspiran a bajar la tasa general de analfabetismo entre los mayores de 15 a 11 por ciento hacia el año 2000.
Además de lidiar con estos temas, los ministros se muestran conscientes de que los recortes en el gasto dedicado a la educación, a consecuencia de los programas de ajuste estructural, han puesto trabas al avance de las políticas educacionales.
Muchos de los países se ven impedidos de satisfacer la demanda de mayores salarios, con el resultado de una creciente cantidad de profesores que se pasan al sector privado. (FIN/IPS/tra-en/ed/ml/cb/arl/ed/96)