Más de 6,5 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir este domingo al presidente que conducirá el país en los últimos cuatro años del siglo.
La competencia por la presidencia se resolvería en la segunda vuelta electoral, programada para el 7 de julio, en caso de que ninguno de los nueve candidatos obtuviera el domingo más de 50 por ciento de los votos.
Los votantes también deben elegir los titulares de 1.849 cargos, correspondientes a diputados nacionales y provinciales y alcaldes, concejales y prefectos. Los comicios comenzarán a las 07:00 hora local (12:00 GMT) y las urnas serán cerradas diez horas más tarde.
Según las últimas encuestas, el derechista Partido Social Cristiano (PSC) obtendrá 25 de los 82 escaños del Congreso unicameral, seguido por el populista Partido Roldosista Ecuatoriano, que lograría 12.
La expectativa ciudadana se concentra en la elección del sucesor del presidente Sixto Durán Ballén. Jaime Nebot y el ex canciller Diego Cordovez, del PSC, conforman la fórmula electoral favorita, aunque los institutos de opinión pública creen que la carrera por la presidencia continuará hasta la segunda vuelta.
Nebot, un empresario camaronero y de bienes raíces que por segunda vez aspira a la presidencia por el PSC, propone un Estado reducido y eficiente, que revitalice la agricultura, el sector forestal y la pequeña industria manufacturera, mediante créditos baratos que surgirían de una rígida fiscalización.
Rodrigo Paz y Ramiro Larrea, de la centroizquierdista Democracia Popular, disputan el segundo lugar con el ex conductor de televisón Freddy Ehlers, candidato del movimiento independiente Nuevo País-Pachakutik, cuya compañera de fórmula es Rossana Vinueza.
Abdalá Bucaram, postulado a la presidencia por el roldosismo, y Rosalía Arteaga, candidata a la vicepresidencia por el mismo partido, también tienen posibilidades de pasar en segundo lugar a la ronda final, de acuerdo con la empresa Perfiles de Opinión.
Bucaram, quien ya fue dos veces candidato a la presidencia y en 1988 llegó a la segunda ronda, propone "un combate frontal contra la oligarquía" y "un mejor reparto de la riqueza del país y un desarrollo equitativo".
Nebot triunfaría ampliamente en la segunda vuelta en caso de que su adversario fuera el aspirante roldosista, pues muchos ciudadanos "nunca votarían" por Bucaram, "debido a su radicalismo", afirmó Hugo Barber, director de Perfiles de Opinión".
En cualquier caso, los votantes de centroizquierda cuentan aún con dos candidatos, Paz y Ehlers, para disputar el poder a Nebot.
Paz, un exitoso empresario que comenzó su carrera política como ministro de Finanzas en el gobierno de Osvaldo Hurtado (1981-1984) y fue alcalde de Quito de 1988 a 1992, propone un Estado "vigoroso, de calidad", concentrado especialmente en las áreas de educación y salud.
Por su parte, Ehlers, quien tiene el apoyo de organizaciones indígenas, ambientalistas, empresariales, sindicales y de partidos tradicionales de izquierda, define a su candidatura como "de unidad nacional".
Su falta de antecedentes políticos favorece el perfil de Ehlers, en un momento de descrédito de dirigentes y partidos. Los analistas destacaron que Ehlers otorgó en su plataforma igual importancia a asuntos ambientales que a los temas políticos y económicos. (FIN/IPS/mg/ff/ip/96).