La mano de Estados Unidos estaría detrás del pedido de condena a 15 años de prisión formulado por un fiscal de Bolivia contra Oscar Eid, brazo derecho del ex presidente Jaime Paz Zamora, denunciaron políticos de distintos partidos de este país.
Esta vez la versión no provino sólo del grupo de Paz Zamora, el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), que en enero ya había advertido en ese sentido, sino del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
"Hay una mano blanca y está en Washington. Se llama el gobierno de Estados Unidos y acusa al MIR de tener vinculaciones con el narcotráfico", dijo el secretario ejecutivo del MNR Raúl Lema.
Lema respondió así a acusaciones de que detrás del pedido de condena de Eid estaría su partido y el actual gobierno de Bolivia.
Sugirió a los militantes del MIR que vayan a quejarse a la embajada de Estados Unidos en La Paz y a consultar allí "qué es lo que está sucediendo".
Oscar Eid, segundo dirigente del MIR y hombre de confianza de Paz Zamora, fue acusado de delitos de "asociación delictuosa" y "receptación del narcotráfico" (recepción de dinero de esa actividad).
El político de centroizquierda está recluido en la cárcel pública de La Paz desde diciembre de 1994 por su estrecha amistad con el presunto narcotraficante Isaac "Oso" Chavarría, fallecido en prisión en noviembre de 1995 poco antes de que concluyera un proceso judicial en su contra.
La fiscalía antidrogas de La Paz asegura que "Oso" Chavarría financió campañas electorales del MIR con dinero del narcotráfico y que en retribución recibió favores y protección oficial durante el gobierno de ese partido, entre 1989 y 1993.
La defensa argumentó que el proceso no logró probar ninguna de las acusaciones contra Eid y advirtió una actitud interesada del principal acusador, el fiscal Leopoldo Ramos, a quien los dirigentes del MIR acusaron de ser un "títere de la embajada de Estados Unidos y del gobierno del MNR".
El partido de Paz Zamora calificó de "político" el juicio contra su dirigente, sosteniendo que estaría orquestado por el actual gobierno para desprestigiar al MIR de cara a las elecciones de 1997.
"Paradójicamente, uno de los hombres que más luchó por la democracia, la justicia y el estado de derecho en el país es hoy la primera víctima de un proceso de criminalización de la política", dice un comunicado del MIR emitido este fin de semana tras conocerse el pedido de condena contra Eid.
El secretario ejecutivo de ese partido, Carlos Saavedra, aseguró que pese a la "muerte civil" a la que se quiere condenar a Eid, Paz Zamora será candidato presidencial en sos comicios.
El propio ex presidente declaró que su compañero de partido se está convirtiendo en un "estandarte de lucha" que fortalece el proyecto electoral "Jaime Paz 97".
Analistas consultados por IPS coinciden en que hay un evidente interés de Estados Unidos por bloquear por todos los medios cualquier posibilidad de que Paz Zamora retorne al poder y que para ello se estaría buscando un fuerte castigo de la justicia contra Eid.
Señalan tambiñen en ese sentido la negativa en enero pasado de Estados Unidos de otorgar visas de ingreso a Paz Zamora, su hermana Edith, Oscar Eid, Carlos Saavedra y Guillermo Capobianco, estos dos últimos ex ministros del Interior responsables de la lucha antidroga entre 1989 y 1993.
Todos ellos son considerados dirigentes de primera línea del MIR. En ninguno de los casos la embajada de Estados Unidos explicó las razones de la decisión del gobierno de su país.
Paz Zamora se atrajo las iras de Washington por la llamada "diplomacia de la coca" que llevó a cabo durante su gestión, cuando, en defensa de la hoja de coca llegó incluuso a portar un prendedor con esa símbolo en la solapa en toda cita internacional a la que acudía.
En el contexto de esa estrategia, Paz Zamora repetía con insistencia el eslogan "Coca no es cocaína, la coca es buena y nuestra, la cocaína es mala y foránea". No obstante, la propaganda de Estados Unidos equiparó siempre coca a cocaína.
Washington también protestó contra el decreto "de arrepentimiento" que en julio de 1991 permitió a ocho "peces gordos" del narcotráfico de la época entregarse a la justicia con la garantía de que no serían extraditados hacia Estados Unidos.
Esos narcotraficantes recibieron penas leves y algunos de ellos ya están a punto de cumplir sus condenas y salir en libertad.
Estados Unidos tampoco le perdonó a Paz Zamora la designación como comandante de la Fuerza Especial de la Lucha contra el Narcotráfico en 1991 del coronel retirado Faustino Rico Toro, sobre quien tenía sospechas de haber participado en el comercio de drogas.
La presión de la embajada de Estados Unidos fue tan fuerte que Rico Toro duró en su cargo sólo ocho días y más tarde fue extraditado a Miami, donde se declaró culpable y ahora cumple una condena en prisión.
En su gestión, Paz Zamora se negó a firmar un tratado de extradición para delitos de narcotráfico con Estados Unidos. (FIN/IPS/jcr/dg/ip/96)
