El Banco Mundial y la División de Corporaciones e Inversión Transnacional de la UNCTAD (DTCI) admitieron que se requiere más investigación para valorar el vínculo entre la inversión extranjera directa y el desarrollo.
Las conclusiones de jerarcas del Banco Mundial y la DTCI en un coloquio sobre integración de países en desarrollo a la economía global en el que se refirieron a la inversión extranjera directa y el desarrollo fueron objeto de críticas.
El director del Departamento de Economía Internacional del Banco Mundial, Masood Ahmed, y el jefe de la DTCI, Karl Sauvant, sostuvieron que la liberalización del comercio y de la inversión extranjera directa fueron factores clave para acelerar la integración de los países en desarrollo a la economía global.
Pero Carlos Fortín, subsecretario general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), sugirió que la globalización a través de la liberalización del comercio y la inversión extranjera directa no parecía atacar los problemas centrales del desarrollo.
Estos, para Fortín, son la erradicación de la pobreza y la salvaguardia del ambiente. Sin embargo, los estudios de la UNCTAD muestran que la liberalización del comercio en la Ronda Uruguay no reducirá la pobreza de forma significativa.
La globalización y la liberalización provocó nuevas preguntas acerca de la inestabilidad que produce la volatilidad de los mercados y de la marginalización de Africa subsahariana, agregó.
El informe de Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial, difundido este martes, relaciona los datos sobre crecimiento rápido con el nivel de integración, lo cual sugiere que los países que se integran rápido crecen rápidamente.
Como correlación estadística, la tesis contraria podría ser argumentada del mismo modo, pues aquellos países que crecen rápido tienden a atraer más inversión extranjera directa y comercio y, por lo tanto, se integran a mayor velocidad.
Los estudios de la UNCTAD muestran que el este de Asia crece rápidamente porque sus países no liberalizaron totalmente su comercio exterior, como recomienda el Banco Mundial, sino que desarrollaron ese proceso de modo selectivo y mesurado.
Estos países bajaron sus tarifas de importación sólo cuando fue necesario para suministrar insumos a precios internacionales a sus industrias exportadoras.
Asimismo, fueron lentos en la liberalización de la inversión extranjera directa, pues los estados retuvieron su control y la incentivaron a sectores particulares y a la promoción de exportaciones.
La OCDE admitió en un documento de su reciente taller en Hong Kong sobre su Acuerdo Multilaterales de Inversión (instrumento dirigido a asegurar los derechos de inversores extranjeros) que hubo poco análisis sobre los efectos de la liberalización de la inversión extranjera directa en las economías que la recibían.
Otros participantes en el coloquio mencionaron la inestabilidad macroeconómica y los problemas de balanza de pagos generados en Africa subsahariana como resultado de la liberalización prematura y general.
El embajador de Egipto Mounir Zahran dijo que muy poca inversión financiera directa se radicó en Africa a pesar del alto retorno que los inversores pueden esperar en la región, como señaló un reciente informe de la UNCTAD.
El embajador de Filipinas Lilia Bautista defendió el uso de incentivos, a los que Sauvant calificó de inútiles, y afirmó que la promoción de exportaciones era beneficiosa.
Tanto Ahmed como Sauvant, en sus respuestas, sostuvieron que sus argumentos eran fidedignos, aunque admitieron que se requería mayor estudio e investigación sobre la inversión extranjera directa.
Sauvant sugirió que, a pesar del estudio de la OCDE, los beneficios de la inversión extranjera directa como sustituto de los ahorros domésticos y la inversión eran claras, como demostró la experiencia de Asia oriental.
Esta interpretación de la experiencia de Asia oriental fue, de todos modos, cuestionada sobre la base de que se trató de una política que aumentó los ahorros domésticos y la inversión, frecuentemente mediante la intervención del estado en la economía.
Esto condujo al alto crecimiento y, sobre estos resultados, se generó la inversión extranjera directa, supervisada por los países. (FIN/IPS-TWN/tra-en/cr/oa/mj/96)