DESARROLLO: Alimentación y salud ante peligros del libre comercio

La alimentación y la salud son puestas en peligro a nivel mundial por la liberación comercial, en lugar de ser mejoradas, según un grupo de expertos y militantes de diversas partes del mundo reunidos en esta capital.

Antes que crear una creciente marea que arrastre a todos por igual, como los defensores del libre comercio predecían, la mundialización de la economía ha arrojado una ola de destrucción y enfermedad que amenaza alcanzar a todos menos a unos pocos afortunados, advirtieron especialistas de diversas disciplinas en una reunión realizada durante el último fin de semana.

Los mayores peligros, de acuerdo con los expertos, derivan del auge mundial de las producciones agrícolas destinadas a la exportación, lo que ha aumentado la vulnerabilidad de los cultivos a las enfermedades, hongos e insectos, y otras pestes que ahora recorren el mundo tan libremente como los productos.

El agricultor noruego y militante ambientalista Sigmund Kvaloy, afirmó que las pestes y enfermedades, antes limitadas a una región particular, cruzan ahora el mundo entero como resultado del aumento del comercio internacional.

"Atravesamos ahora los límites propios de la naturaleza, que han regido por millones de años", dijo Kvaloy, fundador y director del Instituto Setreng de Ecofilosofía. "Llevamos un organismo de un ecosistema a otro, creando sistemas caóticos en todo el mundo".

Unos 1.000 científicos, analistas políticos y activistas de diversas áreas asistieron al encuentro llamado "Teach-In Mundial 2: Costos sociales, ecológicos, culturales y políticos".

Entre los incontables ejemplos citados por Kvaloy se encuentra la reciente introducción en Europa de una "versión nueva y más agresiva" de la peste que causó la hambruna de la papa irlandesa el siglo pasado, cuando murieron dos millones de personas.

La nueva peste, según el militante noruego, fue descubierta en un embarque de alimentos llegado de México.

Africa, según Kvaloy, ha experimentado en los últimos años una caída de 40 por ciento en la producción de trigo, lo cual es atribuido en general a la entrada de enfermedades y pestes no autóctonas. El continente "podría ser autosuficiente" si no fuera por esta invasión extranjera.

Por otro lado, la salud humana también se ve perjudicada por la agricultura orientada a la exportación, que es una opción para los países que luchan por generar ingresos externos.

El británico Tim Lang, experto en alimentación, señaló que la sustitución de los cultivos tradicionales por otros apetecidos por los mercados exteriores ha empeorado las condiciones de la salud pública en los países en desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/pz/yjc/arl/dv/96)

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