DESARME: Greenpeace navega hacia China para una protesta nuclear

El buque "M.V. Greenpeace" zarpó hoy de las aguas del Pacífico Sur en un viaje de cuatro semanas hacia el este de China, para protestar por una prueba nuclear que las autoridades de Beijing anunciaron en junio.

Greenpeace, el grupo ambientalista internacional, dijo que había obtenido información que la prueba nuclear subterránea, que será la número 44 de China, se efectuará en el polígono de Lopnor, en la remota provincia noroccidental de Xinjiang.

El buque de Greenpeace, ahora reparado luego de los daños sufridos a manos de gendarmes franceses cuando fué detenido el año pasado durante las protestas antinucleares en el atolón de Mururoa, Polinesia Francesa, tiene previsto arrivar a las aguas de Sanghai el 10 de junio.

"Vamos para expresar la preocupación de la gente común sobre la actitud china hacia las pruebas, las cuales son consideradas un obstáculo al tratado de prohibición de los experimentos nucleares", declaró en Auckland la directora de la campaña de Greenpeace, Stephanie Mills.

La decisión de enviar una misión a China coincidió con el comienzo en Ginebra de conversaciones formales destinadas a lograr un Tratado Completo de Prohibición de Pruebas (CTBT) para fín de este año.

Al comienzo de las conversaciones, el martes, el embajador chino a cargo del desarme, Sha Zukang, sugirió un arreglo de compromiso para lograr un acuerdo sobre el texto del tratado, antes del plazo establecido el 18 de junio.

Hasta ahora, Beijing se ha mostrado reluctante a dar su completo apoyo al CTBT, en particular porque no quiere que el acuerdo abarque tambien las llamadas "explosiones atómicas pacíficas".

Sin dar detalles sobre un posible compromiso en la redacción del texto del acuerdo, que debe ser presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, Sha declaró que "estamos deseosos de mostrar nuestra flexibilidad hasta un cierto punto".

China tambien había dicho que no veía necesidad de llegar a un acuerdo sobre el tratado antes de fín de año. Sin embargo, Sha dijo el martes en Ginebra que no objetaba el plazo de la ONU.

No obstante, descartó cualquier suspensión de las pruebas nucleares en un futuro inmediato. "… no hemos declarado el cese de las pruebas… podríamos realizar varios experimentos", dijo.

Greenpeace hizo saber que ejercerá presión sobre Beijing para asegurarse que se ha vuelto más flexible y renuncia a sus demandas que las "explosiones pacíficas" sean exceptuadas del tratado.

"No queremos que la posibilidad de una prohibición mundial se nos escape de las manos y, si bien no tenemos grandes expectativas respecto a nuestra visita a China, desearíamos iniciar conversaciones sobre el tema con la sociedad de ese país", manifestó Mills.

Como se prevé, el gobierno chino será aún menos tolerante con los activistas que los franceses, cuando Greenpeace envió embarcaciones al Pacífico para protestar por las pruebas subterráneas en la Polinesia Francesa.

El grupo ambientalista expresó que sus acciones, respaldadas por el clamor internacional contra las pruebas francesas, influyeron en la decisión de París de cortar su programa a seis explosiones en lugar de las ocho planeadas originalmente.

Los representantes de Greenpeace dijeron que los intentos previos de discutir la cuestión con funcionarios chinos en embajadas de todo el mundo no tuvieron éxito. Diplomáticos chinos en Nueva Zelandia se negaron a encontrar a los ambientalistas.

A pesar de todo, Mills dijo que el plan era navegar hasta el puerto de Shanghai y realizar reuniones abiertas abordo del buque de protesta. El coordinador de la campaña de Greenpeace, Xavier Pastor, quien condujo la embarcación hasta el área francesa de pruebas en Mururoa el año pasado, tambien tratará de mantener encuentros con funcionarios chinos en Shanghai y Beijing.

Entretanto, todas las señales de la conexión francesa han sido quitadas del buque de protesta, en el cual se gastaron 200.000 dólares neocelandeses en pintura, mantenimiento y reparaciones.

Desde Auckland, los 13 miembros de la tripulación visitarán Sidney y luego Manila, donde embarcarán a otros activistas antinucleares en su travesía hacia el mar de China Oriental.

Los tripulantes tambien llevarán un mensaje y numerosas peticiones escritas por estudiantes neocelandeses, las cuales pretenden entregar a las autoridades chinas.

La partida del buque de protesta desde Auckland tambien coincidió con el arrivo este miércoles a Nueva Zelandia de una delegación de altos funcionarios chinos de Defensa, para una visita de dos días.

El grupo está encabezado por el subjefe de estado mayor del Ejército Popular de Liberación (PLA), general Xiong Guangkai, quien entrevistará a los ministros de Defensa, Paul East, y de Asuntos Exteriores, Don McKinnon.

Un vocero del ministerio de Defensa declaró que la visita se realiza por iniciativa del gobierno chino.

Es improbable que los ministros neocelandeses mencionen la cuestión de las pruebas atómicas a la delegación china, debido a que Wellington está ansioso de mantener estrechas relaciones con Beijing para asegurarse una participación en su gigantesco mercado. (FIN/IPS/tra-en/kc/cpg/ego/en).

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