DESARME: Clinton lanza plan de EE.UU. contra las minas terrestres

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, anunció hoy su decisión de suspender la producción de minas terrestres "mudas" -que permanecen activas y no pueden ser detectadas- y la destrucción de las existentes en sus arsenales, pero la medida no conformó a los pacifistas.

Después de discutir el tema durante meses en la Casa Blanca, Clinton declaró este jueves que Estados Unidos "lanza ahora una iniciativa internacional para prohibir las minas de tierra (anti- personales)", empezando por la decisión unilateral de proscribir la fabricación del tipo de minas "mudas" en este país.

Sin embargo, para decepción de los militantes anti-minas y de los funcionarios que apoyan la prohibición de todo tipo de minas, el Presidente hizo una excepción con la frontera que separa a Corea del Norte y Corea del Sur, evidentemente para proteger a Seúl de un ataque del norte.

También dejó fuera de la medida las minas de cualquier tipo que el Pentágono pueda requerir para ejercicios de práctica.

"El resto de este tipo de minas -más de cuatro millones en total- serán quitadas de nuestros arsenales y destruidas antes de 1999", prometió Clinton.

El Presidente dijo que Estados Unidos también colaborará en la tarea de remover los 100 millones de minas activas que se encuentran bajo tierra en todo el mundo, las cuales matan o mutilan un promedio de 500 personas por semana.

Clinton se comprometió además a promover la investigación y el desarrollo de sistemas alternativos a las minas terrestres y afirmó que Washington tomará la iniciativa para la negociación de un tratado internacional de prohibición de todo tipo de minas.

Para los militantes anti-minas, sin embargo, estas decisiones son poca cosa y llegan demasiado tarde.

Según el senador Patrick Leahy, de Vermont, que durante meses ha insistido ante la Casa Blanca para que procure una prohibición general de las minas terrestres, estas medidas representan "el fracaso del liderazgo de Estados Unidos.

"Simplemente reafirma la vieja política del Pentágono: apoyar una proscripción, pero no ahora, no lo antes posible", dijo Leahy.

"No hay nada nuevo en este anuncio", agregó Steve Goose, director del Proyecto de Armas del grupo Human Rights Watch.

"El presidente Clinton se ha perdido una oportunidad de oro para reafirmar su liderazgo en un asunto que su gobierno ha reconocido como uno de los más importantes temas humanitarios internacionales", sostuvo Goose. (FIN/IPS/tra-en/fah/arl/ip/96)

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