La incertidumbre ronda nuevamente el caso de las dos aeronaves civiles de una organización de exiliados cubanos de Miami derribadas en Cuba el 24 de febrero.
La prensa cubana informó este martes que el Consejo de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) aplazará hasta junio su dictamen sobre el derribo de las dos avionetas procedentes de Estados Unidos.
El aplazamiento se conoció después de que la OACI se reuniera en su sede de Montreal, Canadá, para analizar el Informe Provisional del Equipo Investigador del derribo de las aeronaves, el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista.
El documento provisional citado por Granma, que hace un recuento de la información entregada por la parte cubana, afirma que el país caribeño "ha cumplimentado plenamente todas las solicitudes formuladas" por el Equipo Investigador de la OACI.
También "se refiere a los contactos que se están llevando a cabo con las autoridades norteamericanas con vistas a completar la información que les fue solicitada".
Los expertos de la entidad especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegaron a La Habana el 25 de marzo, un mes después del incidente que provocó la muerte de cuatro pilotos de la organización Hermanos al Rescate.
Cuba aceptó la investigación solicitada por el Consejo de Seguridad de la ONU con la condición de que fuera "rápida e imparcial" y contemplara los antecedentes de violaciones del espacio aéreo y marítimo de la isla.
Días después del incidente, el canciller Roberto Robaina acusó en la ONU a Hermanos al Rescate de violar continuamente las fronteras aéreas y marítimas de Cuba, variar las rutas y alturas planificadas de vuelo y desconectar los códigos de identificación para desorientar a los controladores aéreos.
El 1 de mayo, otra flotilla organizada desde Florida por exiliados cubanos se acercó a una milla de los límites jurisdiccionales de Cuba para protestar contra el gobierno del presidente Fidel Castro.
La televisión cubana mostró, luego de transmitir un desfile de apoyo popular al gobierno de Castro, las imágenes de tres embarcaciones civiles escoltadas por dos guardacostas, un helicóptero y un avión estadounidenses.
Durante la investigación en Cuba de los expertos de la OACI, pretendían definir si el derribo ocurrió en aguas cubanas o fuera de ellas como alegan las autoridades estadounidenses, se produjeron nuevas violaciones del espacio aéreo cubano, según comunicó Robaina al cuerpo diplomático acreditado en La Habana.
Washington sostiene, además, que no se cumplieron las debidas advertencias a las aeronaves civiles y que éstas no constituían amenaza para Cuba.
En un documental presentado el 3 de marzo, la televisión local mostró objetos técnicos, un maletín, cartas náuticas y un cargador de baterías encontrados a 9,3 millas de las costas de la isla, según el general Rubén Martínez, jefe de la Fuerza Antiaérea y Aérea de Cuba.
El derribo de las avionetas aceleró la firma por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, de la ley Helms Burton que endurece el bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba. (FIN/IPS/rm/ag/ip/96)