Estados Unidos aseguró hoy haber dado un golpe devastador al cartel colombiano de Cali, al capturar unos 6.000 kilogramos de cocaína y detener a unos 100 traficantes en Los Angeles, Chicago y Miami.
Fiscales de Estados Unidos acusaron este jueves a 29 personas de cargos de conspiración en el tráfico de drogas, en un operativo que también fue un duro golpe para los "correos" (encargados del sistema de transporte) del cartel de Cali en México.
La policía estadounidense siguió los pasos del notorio cartel de Cali, que transportaba cocaína cruzando la frontera entre Estados Unidos y México, a menudo en compartimientos secretos de automóviles y camiones.
El operativo, llamado "Zorro II", "desmanteló la organización dueña de la cocaína y la organización que se ocupaba del sistema de transporte", dijo el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y recuperó "unos 450 kilogramos de marihuana".
Las detenciones, sostuvo el presidente estadounidense, son "otra gran victoria en la lucha contra las drogas ilegales, la lucha por mantenerlas fuera de nuestras calles y del alcance de nuestros niños".
La fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, dijo que "figuras clave y los líderes de la llamada Federación Mexicana fueron detenidos en Los Angeles, Chicago y Miami".
Entre los detenidos se encuentran tres supuestos asociados al cartel de Cali, Mauricio Gutiérrez, Hernán Aguilera y Pierre Remy.
Varios "correos", incluyendo al supuesto organizador Rafael Alazpico, también resultaron detenidos en el operativo, en el cual participaron efectivos del Departamento de Justicia, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Una operación previa, "Zorro I", detuvo en 1992 a 209 sospechosos y 6,5 toneladas de cocaína. Pero este fue el primer intento de capturar a los encargados del transporte, los cuales, según autoridades estadounidenses, presentan un desafío tan grande como los carteles colombianos.
"La mayoría de la cocaína producida por los carteles colombianos entra a Estados Unidos a través de México", señaló Reno.
"Los individuos mexicanos no sólo transportan la cocaína colombiana, sino que han desarrollado sus propias organizaciones a gran escala para distribuir la cocaína en Estados Unidos", agregó Reno.
Thomas Constantine, administrador de la DEA, señaló que la vinculación con bandas mexicanas existe desde fines de los años 80, cuando el cartel de Cali empezó a encomendarles el transporte de narcóticos hacia células colombianas establecidas en Estados Unidos.
"Ahora sabemos que se han desarrollado dos poderosos grupos, los cuales envían sus miembros a Estados Unidos para dirigir y controlar la distribución de cocaína en nuestro país", añadió Constantine.
La Federación Mexicana es una vaga asociación de cuatro bandas mexicanas establecidas en ciudades cercanas a la frontera con Estados Unidos, como Tijuana, Juárez y Sonora, explicó Theresa VanVliet, jefa de la sección Narcóticos del Departamento de Justicia.
Las bandas transportaban las drogas a través de California y Arizona en compartimientos ocultos de automóviles y enviaban la cocaína a Los Angeles, donde parte de la droga pasaba al control del grupo colombiano, según la DEA.
Los grupos de la Federación Mexicana recibían cocaína a cambio de sus servicios de transporte, que luego vendían en forma independiente del cartel de Cali.
La operación Zorro II permitió la captura de varios socios de una de las principales bandas de la Federación Mexicana, controlada por los hermanos Arellano Félix, que operan fuera de Tijuana.
Reno afirmó que tanto la red colombiana involucrada en la venta de la droga como la de sus transportadores mexicanos fueron desmanteladas. Otros funcionarios se negaron a anticipar cuánto tiempo podría llevar la restauración del tráfico.
El precio mayorista de las drogas confiscadas supera los 100 millones de dólares, informó Mike Horn, de la DEA. (FIN/IPS/tra- en/fah/lp-ml/ip/96)
