La detención del procurador general Orlando Vásquez puede deteriorar aún más la situación del presidente de Colombia, Ernesto Samper, investigado por sus presuntos lazos con el narcotráfico.
Vásquez, detenido este viernes, deberá responder ante la Fiscalía, entre otras acusaciones, si tuvo relación con cabecillas del Cartel de Cali y si recibió aportes del narcotráfico para su campaña al Congreso.
El funcionario había sido suspendido el sábado pasado de su cargo durante tres meses por la Corte Suprema, porque habría tramitado una falsa demanda contra el fiscal general Alfonso Valdivieso.
"La detención del procurador no hace ningún bien al país" y "no hay duda de que este nuevo hecho va a complicar mucho más la imagen de Colombia en el exterior", consideró Emilio Lébolo, dirigente del gobernante Partido Liberal (PL), al que también pertenece Vásquez.
El presidente Samper indicó en un comunicado que el gobierno nacional espera que el procurador "aclare su conducta y explique los hechos que originaron la medida de aseguramiento expedida en su contra".
Al ejercer una función fiscalizadora, Vásquez goza de un fuero especial. Si se le encuentran causales para una acusación formal deberá ser juzgado por la Corte Suprema de Justicia.
Las evidencias contra el procurador comenzaron a aparecer en febrero de 1995, cuando el grupo elite de la policía y el ejército que perseguía a la cúpula del Cartel de Cali encontró documentos en los que el ex procurador figuraba como beneficiario de pagos hechos por empresas de fachada de esa organización.
A Vásquez se le investiga también por presuntos aportes del cartel de Cali a través de testaferros para la campaña electoral de 1994, en la cual postuló a un cargo de senador, sin lograr ser electo.
De otra parte, la investigación que sigue la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Diputados a Samper sufrió este jueves otro contratiempo con la renuncia de Francisco Canossa, uno de sus miembros.
Canossa, del PL, afirmó que dimitió para no avalar la actuación de la Comisión, que probablemente absuelva a Samper y que goza de escasa credibilidad.
"No quiero ser un payaso más en este circo", afirmó Canossa, quien se quejó además de que que sus observaciones sobre irregularidades que se han cometido en el proceso no fueron tenidas en cuenta.
Su renuncia debe ser estudiada por la plenaria de la Cámara de Diputados, de la que depende la comisión que investiga a Samper. (fin/IPS/am/dg/ip/96)