La Cámara de Diputados de Colombia inició hoy el juicio en el que se decidirá la suerte del presidente Ernesto Samper, denunciado por la presunta infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral de 1994.
El debate, que deberá concluir en un máximo de 15 días, se inicia tras 21 meses de haber estallado el escándalo de los llamados "narcocasetes", en los que dirigentes del Cartel de Cali manifestaban su voluntad de financiar la campaña electoral de Samper.
Las grabaciones fueron divulgadas el 9 de agosto de 1994, dos días después de la asunción de Samper, pero la investigación comenzó un año después a pedido del mandatario tras las denuncias de que fue objeto por parte de Fernando Botero y Santiago Medina, gerente y tesorero respectivamente de su campaña electoral.
Para la fase definitiva del proceso, el presidente de la Cámara, Rodrigo Rivera, garantizó que habrá "absoluta transparencia e imparcialidad".
Darío Martínez, diputado del gobernante Partido Liberal, se declaró impedido de participar en el debate por su amistad personal con el jefe de Estado.
Rivera explicó que las discusiones parlamentarias se harán en dos escenarios, uno político y otro jurídico.
Tras la definición de los aspectos de procedimiento, la instancia legislativa estudiará la ponencia aprobada en la Comisión de Acusaciones, que recomienda el cierre de la investigación por falta de pruebas.
En caso de que Samper sea declarado "indigno" por los diputados durante la fase "jurídica" del juicio, el Senado deberá trasladar el caso a la Corte Suprema de Justicia, organismo encargado de investigar penalmente al presidente.
Este martes la Conferencia Episcopal (máxima instancia de la Iglesia Católica), divulgó un comunicado en el que anunció que seguirá "de cerca el debate" y pidió a los diputados "un juicio imparcial y justo" al jefe de Estado.
El presidente de la Conferencia, Pedro Rubiano, consideró que los legisladores no sólo deben atender las normas jurídicas sino también "los principios éticos y morales".
El pueblo colombiano "tiene derecho a exigir a la Cámara un juzgamiento imparcial que busque la verdad anteponiendo todo interés particular", destacó.
El pleno de la Cámara tiene una buena oportunidad "para reivindicarse ante la opinión internacional", por las dudas que genera su presunta falta de imparcialidad, añadió.
"Creo que no son ciegos para no ver que realmente en esta campaña desafortunadamente hubo ese dinero del narcotráfico", agregó el presidente de la Conferencia Episcopal.
Para Jaime Arias, director del opositor Partido Conservador (PC), el debate que se inició este martes "no tiene ninguna importancia, porque ya las cartas están echadas y además marcadas".
"Es un Congreso amigo del presidente" y ya se sabe que sus miembros "van a votar en su favor", estimó.
Según pronósticos del PC, entre 127 y 137 de los 165 diputados se pronunciarán por la absolución del presidente.
Para el inicio del pleno se adoptaron en torno a la sede del Congreso especiales medidas de seguridad, el acceso al recinto es restringido y en la bancada reservada al público sólo se han apostado representantes de los medios de comunicación, de los cuales unos 30 son extranjeros.
El público podrá seguir el debate en directo por medio de las transmisiones de televisión y de radio. (FIN/IPS/yf/dg/ip/96)