No hace mucho tiempo, en China era delito llevar hasta un cortaplumas. En la actualidad, un negociante tiene que cuidarse por donde camina porque puede ocurrir que alguien quiera venderle un arma…, o resultar víctima de un asalto.
Las reformas económicas no solamente dieron a los chinos más libertad para comerciar, sino tambien incrementaron la criminalidad, incentivada por un mercado negro que lucra tanto con el suceso como el infortunio del ciudadano común.
"Mucha gente ahora tiene armas", aseguró un ex oficial de policía. "Si uno quiere y puede pagar, es posible obtener armas de fuego en muchos sitios".
Las normas gubernamentales que prohiben la propiedad privada de armas siguen vigentes pero, en la actual sociedad de mercado, el dinero comanda y los funcionarios son incapaces de controlar el tráfico ilegal en sus áreas, o son sobornados por comerciantes.
Un banquero de Beijing contó a IPS que compró su revólver en Baigou, una pequeña población en la provincia de Hebei que linda con Beijing y tiene reputación de ser un mercado de armas, drogas y materiales pornográficos.
El banquero dijo que recorrió algunas calles hasta que alguien le hizo una buena oferta y pudo adquirir una pequeña pistola de fabricación casera, que dispara balas de acero y puede matar a una persona desde una distancia de hasta 15 metros.
"Nadie se siente seguro en estos días, y yo estaba preocupado que alguna gente supiera de mi dinero y tratara de robarme", dijo. "Solo es para defensa personal…"
Las estadísticas oficiales indican que fué uno de los tantos residentes de Beijing que viajó horas con su auto solo para adquirir un arma de fuego en algun lugar de China.
Grandes cantidades de armas fueron requisadas por las autoridades, sobre todo en la capital. Entre 1992 y 1995, resultaron incautadas 390.000. Sin embargo, los funcionarios dijeron que es solo la punta del iceberg.
Según cifras oficiales publicadas por la prensa china, un total de 200.000 armas de fuego son fabricadas y vendidas cada año en el país. De esas, 40.000 se venden legalmente, sobre todo a funcionarios y cazadores. No hay datos sobre las restantes.
Otras miles de armas son robadas de unidades militares y de seguridad. Funcionarios policiales dijeron que alrededor de 3.000 pistolas terminaron en manos de civiles. Artesanos sin licencia, que trabajan ocultamente en aldeas, son una fuente adicional.
Los robos de armas aumentaron el 25,8 por ciento a nivel nacional en 1994 en comparación al año anterior, en tanto subieron 23,8 en los primeros nueve meses de 1995. Los totales para este año aún no están disponibles, dijo el gobierno.
Las autoridades dijeron que las armas son especialmente comunes en áreas fronterizas. El año pasado, en China meridional, la policía incautó 2.000 revólveres, 10.500 balas y 8.000 granadas, en su totalidad contrabandeados desde la vecina Vietnam.
Especialmente preocupantes para el gobierno son aquellas áreas con alto porcentual de minorías etnicas, muchas de las cuales evaden el control chino.
El mercado está creciendo tan rápido que cientos de armas que fueron distribuídas al público durante los 10 años de caótica Revolución Cultural (1976-1986) tambien fueron resucitadas y vendidas.
Un granjero fué arrestado el año pasado en la provincia de Sichuan por vender fusiles y una ametralladora que su padre había enterrado durante la Revolución Cultural. El padre las había ocultado en precaución que estallara otra "guerra de clases".
"Las armas preocupan al gobierno porque son vistas como una señal de inestabilidad social. Se supone que el gobierno tiene el monopolio de las armas pero la gente común ahora las posee", declaró un sociólogo oficial que no dió su nombre.
"El temor es que las demostraciones se tornen violentas o, simplemente, que la criminalidad se escape de las manos", dijo.
La policía incursiona con frecuencia Mongolia Interior y Xinjiang para capturar armas que provienen de países de Asia Central, los cuales formaron parte de la extinta Unión Soviética, así como Pakistán y Afganistán.
Las bandas armadas son un problema creciente en áreas urbanas. En Beijing, algunas bandas fueron perseguidas por asaltar a comerciantes rusos que frecuentan uno de los mercados urbanos de la seda e, incluso, perpetrar varios asesinatos.
En la ciudad meridional de Fuzhou, una banda que robó fusiles militares semiautomáticos perpetró 43 asaltos en un período de dos años. La policía finalmente logró cercar al grupo y eliminarlo tras un tiroteo, dijo el Ministerio del Interior. FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ip).
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