Reacciones de polémica y cautela desató hoy en Chile la resolución del 25 Congreso del Partido Socialista (PS), de encabezar el "tercer gobierno" de la oficialista Concertación por la Democracia.
La aspiración socialista fue cuestionada por dirigentes opositores de derecha y por exponentes del ala conservadora del Partido Demócrata Cristiano (PDC), al cual pertenecen los dos últimos mandatarios presidenciales.
Otros líderes de la coalición oficialista estimaron, en cambio, que es prematuro debatir ahora sobre el sucesor del actual gobernante Eduardo Frei, ya que las próximas elecciones presidenciales tendrán lugar en diciembre de 1999.
Frei y su antecesor, Patricio Aylwin, quien gobernó desde marzo de 1990 hasta marzo de 1994, militan en el PDC, fuerza mayoritaria de la coalición formada también por el PS y los partidos Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD).
La demanda del PS se interpretó como una ratificación del respaldo al ministro de Obras Públicas, Ricardo Lagos, considerado el líder natural del ala izquierda de la Concertación.
"Por ahora lo importante es el proceso democrático. Fortalecer a la concertación y al gobierno del presidente Frei", dijo este lunes el propio Lagos, quien propuso que se hable del tema presidencial cuando se acerque el año 2000.
El diputado Camilo Escalona, presidente del PS, subrayó al término del congreso que la resolución del PS recoge un planteamiento político de fondo y "no es una proclamación anticipada de Ricardo Lagos".
El presidente del PDC, Alejandro Foxley, consideró "absolutamente prematuro" un debate sobre la alternancia en el ejercicio de la jefatura del gobierno entre los partidos de la coalición oficialista.
El senador Anselmo Sule, líder del PRSD, el más pequeño de los cuatro partidos gobernantes, dijo que aceptaba el principio de la alternancia en la medida de que incluya a todos los partidos de la Concertación.
En tanto, el diputado Jorge Schaulsohn, presidente del PPD, destacó la figura y la personalidad de Lagos, pero opinó que lo fundamental es consolidar "un sólido liderazgo para la centroizquierda".
"La alternancia la determinará el pueblo de Chile. Pero personalmente estimo que el proyecto socialista es un paso hacia atrás para el país", dijo el senador Adolfo Zaldívar, exponente del ala conservadora del PDC.
Los dirigentes de los partidos oficialistas se pronunciaron sobre el tema durante la inauguración del monumento al ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-70), erigido frente al palacio de gobierno de La Moneda.
Frei Montalva, padre del actual mandatario, fue el primer presidente democratacristiano de Chile y antecesor del mandatario socialista Salvador Allende (1970-73), quien gobernó con el apoyo de comunistas y socialdemócratas.
El diputado derechista Arturo Longton, del Partido Renovación Nacional, dijo que el PS quiere "repetir la experiencia de Allende", a la cual calificó de "funesta" para Chile.
Según Longton, el planteamiento del PS sobre alternancia en la presidencia, puede significar "el principio del fin de la concertación", tras la pugna oficialista desatada en abril en el campo sindical.
El PS y el PDC aún no superan la crisis planteada en el interior de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), donde el apoyo de los comunistas permitió la elección como presidente de la multisindical del socialista Roberto Alarcón.
El PDC, que aspiraba a conquistar el liderazgo de la CUT con la profesora Maria Rozas, acusa al PS de romper la coalición gobernante al aliarse con el opositor Partido Comunista en la central laboral.
Dirigentes socialistas y democristianos llegaron la semana pasada a un acuerdo para que Alarcón y Rozas se dividieran el período de cuatro años de presidencia de la CUT, pero la fórmula fue rechazada por los sindicalistas del PS. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/96)