Los primeros días de mayo vieron una caída sin precedentes de la moneda búlgara, el lev, una crisis que puso cabeza abajo la existencia del ciudadano común.
Entre el 1 y el 8 de mayo, el lev perdió casi el 40 por ciento de su valor contra el dólar estadounidense. Cambiado a 89 leva por dólar el 30 de abril, el 9 de mayo habia bajado a 150 por dólar con algunos operadores que llegaron a comerciarlo en 200.
La caída fué la peor registrada aquí desde la devaluación de marzo de 1994, si bien el ministro para el Desarrollo Económico, Rumen Gechev, dijo que el salto de la divisa estadounidense se debió a motivos "puramente especulativos".
Sin embargo, Stoyan Alexandrov, parlamentario de la Unión de Fuerzas Democráticas (UDF) y ex ministro de Finanzas, aseguró que la declinación fué el resultado de un esfuerzo concertado por el gobernante Partido Socialista para ejercer presión sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prepara un acuerdo stand-by.
El cuarto convenio stand-by entre Bulgaria y el FMI se firmará probablemente en junio de este año, según la jefa de la misión del Fondo en Sofía, Anne McGuirk.
La funcionaria está manteniendo aquí una ronda de dos semanas de consultas sobre el programa macreoeconómico del gobierno, al cual describió como "flojo", que incluye el cierre de empresas estatales deficitarias, así como la privatización y reforma del endeudado sistema bancario.
McGuirk se mostró reluctante en calificar la situación. No obstante, algunos meses atrás, el FMI distribuyó documentos a varias agencias gubernamentales ofreciendo asesoramiento para afrontar la crisis financiera.
En declaraciones a la agencia oficial BTA, McGuirk afirmoó que era necesario un amplio consenso sobre la cuestión económica antes de la firma del acuerdo stand-by.
Para el hombre de la calle, la caída del lev significó un desastre económico.
"Yo recibía un salario equivalente a 100 dólares, y era apenas suficiente", comentó Ivanka Apeva, una maestra. "Ahora es inferior a 60 dólares mientras los precios se han duplicado".
En efecto, una gran cantidad de comerciantes han duplicado y triplicado sus precios convirtiendo a Bulgaria en un país caro, en términos relativos, respecto a muchas naciones occidentales.
"No puedo hacer nada", afirmó Borislav Nikolov, propietario de una tienda de comestibles. "Si el dólar vale ahora 140 leva, yo debo calcular mis precios a 200 leva contra el dólar, porque nadie sabe cuánto valdrá cuando yo deba reabastecer mi comercio".
Las consecuencias sociales de la nueva zambullida del lev todavía están siendo exploradas. Los ancianos recibían pensiones que oscilaban entre los 20 y 30 dólares mensuales y ahora quedaron reducidas a 10-15.
"Durante 20 años fuí el responsable financiero de una fábrica con 800 empleados, ahora cobro 23 dólares mensuales y salgo a recoger chatarra para poder vivir", lamentó Todor Angelob, un jubilado de 65 años de Sofía.
"No somos los únicos, sé que otros países tienen los mismos problemas, es decir, el ciudadano padece la catástrofe de medidas económicas aplicadas con criterios ajenos a la realidad de cada nación socialista que decidió pasar a la economía de mercado", dijo Angelob.
Banqueros y ministros siguen debatiendo en los diarios y por televisión las razones de la caída del lev y las posibles maneras de escapar de la crisis.
Mincho Koralov, ministro de Asuntos Sociales, llegó a decir que el alza del dólar fué el resultado del gran interés despertado por las privatizaciones búlgaras, y llevará a un mejor clima en las exportaciones de productos nacionales.
"24 Horas", uno de los diarios mas importantes, calificó irónicamente la devaluación del lev como "una buena idea" porque preparará a la población a las drásticas medidas económicas de reforma que, de todas maneras, son necesarias.
En la ciudad meridional de Smolian, más de 50 escritores, periodistas, artistas y actores se reunieron en el Club Cultural y encendieron una pequeña hoguera con billetes de 20, 50 y 100 leva.
El grupo anunció que el proximo paso consistirá en quemar sus pasaportes en señal de protesta, si la situación de emergencia económica continúa. (FIN/IPS/tra-en/bb/fn/ego/if).
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