Los empresarios industriales de Brasil imitaron a sus empleados y protagonizarán este miércoles en Brasilia una manifestación de unas 3.000 personas como presión para que el Congreso y el gobierno atiendan sus reclamos.
Esa movilización masiva, convocada por la Confederacion Nacional de la Industria (CNI), reclama al Congreso una aprobación más rápida de las reformas constitucionales propuestas por el gobierno el año pasado para reordenar la economía y reducir el déficit público.
Los empresarios se reunirán en un hotel, donde recibirán al presidente Fernando Henrique Cardoso, a quien entregarán el documento "Brasil Industrial: Competitividad para Crecer", que contiene las reivindicaciones del sector, también dirigidas al Poder Ejecutivo, y luego marcharán hasta la sede del parlamento.
Esa forma de lucha, más típica de sectores populares, es menos radical que la huelga general que los industriales de Sao Paulo propusieron el mes pasado, incluso a centrales sindicales, como forma de presión en favor de las actividades productivas.
Los principales reclamos empresariales apuntan en dos direcciones, según el presidente de la CNI, el senador Fernando Bezerra: se pretende la "reduccion del costo Brasil", a través de la reforma tributaria, paralizada en el Congreso, y mejoras en los transportes y en trámites burocráticos.
Los manifestantes presionan a los parlamentarios por una pronta aprobación de enmiendas constitucionales que reformarían la seguridad social y la administración pública. El objetivo es reducir el déficit público, abriendo así camino a una rebaja de las tasas de interés, explicó Bezerra.
Los industriales reclaman también un tratamiento diferente para pequeñas empresas, asistencia a sectores más afectados por la apertura del mercado y protección contra prácticas comerciales irregulares de competidores externos.
No se trata de "una manifestación contra el gobierno y el Congreso, sino de crítica pero también apoyo", dijo el senador y dirigente industrial.
El acto cuenta con el apoyo del propio Cardoso, que también se queja de la lentitud parlamentaria y ayudó a movilizar empresarios, que llegan a Brasilia desde todas las regiones del pais, especialmente los estados más industrializados, como Sao Paulo.
Los hoteles de Brasilia se llenaron este martes, numerosas avionetas llegaron al aeropuerto local y se prevé una oleada en la mañana de este miércoles.
La capital brasilena se acostumbró a manifestaciones masivas, pero de gente muy distinta a los encorbatados dueños de empresas industriales.
Para la movilización contribuye decisivamente la caída de la actividad industrial en el país registrada desde fines del año pasado, como consecuencia de medidas de contención del consumo y las importaciones adoptadas por el gobierno. (FIN/IPS/mo/ag/ip- if/96)
