El Ejército brasileno, que hace 32 años protagonizó un golpe de Estado contra la reforma agraria, donó hoy 6,2 millones de hectáreas de sus propiedades para que sean distribuidas a los campesinos sin tierra.
El documento de donación al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) fue firmado este jueves en Brasilia entre los ministros de Ejército, general Zenildo Lucena, y los de Reforma Agraria, Medio Ambiente y Justicia.
El INCRA identificó 1,8 millones de hectáreas como de buena calidad para la agricultura y allí piensa asentar a 20.000 familias.
El Ejército colaborará con la reforma agraria destinando batallones de ingeniería y cartografía a preparar los asentamientos.
En el sur del estado norteño de Pará, donde el 17 de abril fueron masacrados 19 campesinos, los trabajos comenzarán la semana próxima.
El ministro de Reforma Agraria, Raúl Jungman, aseguró que los asentamientos se establecerán teniendo en cuenta la necesidad de respetar el medio ambiente, ya que la mayoría de las tierras del Ejército se ubican en áreas boscosas de la Amazonia.
En algunos casos se implantarán reservas en las que se protegen los bosques y se crean condiciones para que la población extraiga frutos de la naturaleza, como caucho natural y castañas, sin afectar el equilibrio ecológico.
En las tierras que se destinaban básicamente al entrenamiento militar también hay áreas ocupadas por indígenas, que no serán desplazados, prometió Jungman.
La decisión de los jefes militares de ceder tierras a los campesinos sin tierra refleja un vuelco en la posición castrense y en la opinión pública en general en relación a la reforma agraria.
A ello contribuyeron las masacres de campesinos de Corumbiara (noroeste) en agosto de 1995 y de Eldorado de Carajas (sur) el 17 de abril. En ambos casos los asesinos fueron policías militares. Al menos 31 campesinos fueron muertos en esos hechos.
También tuvo un papel decisivo en esta evolución el Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST), que coordina ocupaciones de predios y otras manifestaciones por la reforma agraria en casi todo el país.
El MST lidera a 37.000 familias campesinas residentes en campamentos organizados en predios ocupados y bordes de las carreteras.
El golpe militar de 1964, que instaló una dictadura hasta 1985, tuvo entre sus objetivos poner fin a amenazas contra la propiedad privada de la tierra en reclamos de reforma agraria.
Los militares estimularin luego a ocupación económica y poblacional de la Amazonia, área considerada crítica para la soberanía nacional. (FIN/IPS/mo/dg/ip-pr/96)