La compañía Electricité de France (EDF), asociada a las estadounidenses AES Corporation y Houston Power Industries, adquirió el control de Light, distribuidora de electricidad en el estado de Río de Janeiro, en la reanudación del programa de privatización en Brasil.
En la subasta realizada en la Bolsa de Valores de Río de Janeiro, que duró poco más de 10 minutos, se ofrecio 60 por ciento del capital de Light, por un precio mínimo total de 2.432 millones de dolares.
El consorcio franco-estadounidense compró 34 por ciento de las acciones y grupos brasileños quedaron con 20,2 por ciento. Una parte, cerca de seis por ciento, no se vendió en la subasta de este martes, quedando para propuestas adicionales este miércoles.
La subusta fue un éxito, comentaron el ministro de Planificacion, Jose Serra, quien la presidió, y Luiz Carlos Mendonza de Barros, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, institución que ejecuta el programa de desestatizacion en Brasil.
El presidente Fernando Henrique Cardoso la calificó de "hito en el proceso de privatizaciones", aunque la venta se hizo por el precio mínimo.
Con Light el gobierno brasileño relanza el programa de privatización del sector eléctrico, que hasta ahora se limitaba a una pequeña empresa del estado de Espíritu Santo, al norte de Río de Janeiro.
La lentitud del proceso es una de las criticas más reiteradas que sufre el gobierno.
Serra consideró ventajoso que Light pase a control de empresas del mismo sector, que conocen la actividad, aunque sean extranjeras, en tanto Mendonza de Barros señaló que se comprometen a invertir 1.400 millones de dólares en la compañía privatizada.
La venta de Light fue aplazada varias veces, luego que posibles compradores se quejaron del precio elevado y lograron rebajas. La empresa, evaluada en 3.700 millones de dólares, cayo a 3.200 millones.
Aún así, candidatos a su control, como la chilena Chilectra, continuaban considerando demasiado elevado el precio y perdieron interés en adquirirla.
La presión del mercado obligó al gobierno a lenvantar también la exigencia de pago en efectivo y finalmente se permitió que 30 por ciento sea pagado en títulos de la deuda pública, válidos para privatizaciones.
Pero dos empresas brasileñas lograron en la justicia una medida preliminar para pagar la totalidad en títulos, llamados "monedas podridas".
Esa autorización judicial, que podrá ser anulada cuando se juzgue su mérito dentro de dos semanas, generó incertidumbre y especulaciones sobre nuevo aplazamiento.
El sindicato de Trabajadores Urbanos de Río de Janeiro intentó sin éxito, también en la justicia, cancelar la subasta. En cambio, promovió una manifestación frente a la Bolsa de Valores, criticando al gobierno por vender una empresa estatal lucrativa "a precio de banano".
Light responde por 80 por ciento del consumo de electricidad en el estado de Río de Janeiro, donde viven 13 millones de personas y disputa con Minas Gerais la segunda posición entre los estados industriales de Brasil, luego de Sao Paulo.
En el primer trimestre de este año, la empresa obtuvo 62,5 millones de reales (63 millones de dólares) en utilidades, con una facturación total de más de 540 millones de dólares.
La suma obtenida con la venta de Light será invertida en el pago de deudas públicas y en la mejora del puerto de Sepetiba, cercano a Río de Janeiro, según el ministro de Planificación.
Mendonza de Barros señaló, por su parte, que los recursos también se invertirán en la ampliación de la infraestructura de energía, como construcción de termoeléctricas a gas natural, para evitar que el crecimiento económico no sea bloqueado por falta de electricidad. (FIN/IPS/mo/ag/if/96)
