Las empresas que producen 90 por ciento de los cigarrillos en Brasil les adicionan amoníaco para intensificar la absorción de nicotina, elevando así la posibilidad de generar dependencia entre los fumadores.
La denuncia se basa en un estudio del laboratorio canadiense Labstat Incorporated, pedido por el Instituto Nacional del Cáncer, vinculado al Ministerio de Salud brasileño. Los resultados fueron adelantados este fin de semana por la revista Veja y el diario "O Globo" de Río de Janeiro.
Las cinco marcas más vendidas en Brasil, que dominan 60 por ciento del mercado, presentan un tenor de 1,13 miligramos de nicotina por cigarrillo en promedio, con Derby alcanzando 1,4 miligramos.
Según estudios médicos, más de 0,5 miligramos genera dependencia. El amoníaco, que la industria dice utilizar para mejorar el sabor, tiene la propiedad de liberar más nicotina a ser absorbida por quien fuma.
Los cigarrillos brasileños contienen un promedio de 13,58 microgramos de amoníaco, contra 8,9 a 9,8 microgramos de los canadienses.
Además, el alquitrán, un promedio de 14,5 miligramos por cigarrillo, en dos marcas alcanzan un nivel superior al permitido en la Unión Europea, que es de 15 miligramos y a partir de diciembre de 1997 será de 12 miligramos, límite que sólo es cumplido por una de las cinco marcas brasileñas.
El estudio, que por primera vez indica el contenido de los cigarrillos brasileños medido por un instituto independiente, servirá para que el Ministerio de Salud pueda adoptar medidas para disciplinar la industria de tabaco.
Quedó comprobado que el cigarrillo brasileño es uno de los más venenosos del mundo, dijo a O Globo el presidente del Instituto del Cáncer, Marcos Moraes. (FIN/IPS/mo/ag/he/96