BRASIL: Ceguera amenaza a casi todos los indígenas yanomami

La oncocercosis, una enfermedad que puede llevar a la ceguera, se convirtió en grave epidemia entre los indígenas yanomami, habitantes del extremo norte de Brasil, y 90 por ciento de los 9.200 miembros de esa etnia están afectados.

"La situación es preocupante. Sin asistencia rigurosa, muchos indígenas pueden quedar ciegos", advirtió el médico Luiz Reneriz de Pinheiro, que coordina el Programa de Prevención de la oncocercosis, una enfermedad que exige un tratamiento de 12 años.

La informacion fue difundida este sábado por el diario O Globo, de Río de Janeiro, tras una reunión mantenida en Boa Vista, capital provincial cercana al territorio yanomami, por expertos que intentan abordar el problema.

Pinheiro explicó que la oncocercosis es provocada por un gusano traído desde Africa por el tráfico de esclavos de siglos atrás, y en Brasil sólo afecta a los yanomami.

Inicialmente, el único síntoma está dado por lesiones en la piel, pero el agravamiento de la infección puede provocar la ceguera. El tratamiento de la enfermedad entre indígenas dispersos en una vasta region boscosa resulta difícil y costoso.

Los yanomami también sufren malaria y tuberculosis, especialmente letales en su caso, ya que presentan débiles defensas naturales contra los agentes causantes de esas enfermedades.

Esa situación es la materia de la película estadounidense "Jugando en los campos del Señor", dirigida por el cineasta argentino-brasileño Hector Babenco. Una aldea yanomami es diezmada por la gripe llevada por misioneros y un aventurero estadounidense, este último de origen indígena.

La Fundación Nacional de Salud calcula que 30 yanomami mueren por mes a causa de la malaria y la tuberculosis, fente a 102 en todo el año pasado.

El problema se agrava por la invasión del territorio yanomami por los "garimpeiros" o buscadores de oro, que también provocan frecuentes problemas fronterizos con Venezuela. Hay actualmente 5.000 garimpeiros en el área reservada a los indígenas, según aseguró Carlos Facquini, presidente de la Comisión Pro-Yanomami, una organización no gubernamental.

La asistencia médica es insuficiente, ya que sólo 120 funcionarios de la Fundación Nacional de Salud atienden un área de 9,5 millones de hectáreas, una vez y media la suma de Bélgica y Holanda.

Sería necesario contar al menos con 300 funcionarios y disponer de más recursos, dijo el médico Edgar Magalhaes, coordinador de la asistencia a los yanomami. (FIN/IPS/mo/ff/pr he/96)

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