El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, sancionó hoy la ley de patentes que por cinco años estuvo en discusión en el Congreso, generando tensiones comerciales con Estados Unidos.
"Nadie puede crecer en base a la rapiña" y un país que busca el desarrollo tiene que hacerse confiable, argumentó Cardoso, en defensa de la legislación criticada por la oposición y los nacionalistas, que la consideran una imposición estadounidense.
La ley pone fin a la "mentalidad colonialista" que duda de la capacidad brasileña de competir internacionalmente, según el presidente, que el año pasado fue recibido en Estados Unidos com una protesta de las transnacionales farmacéuticas contra la "piratería" brasileña.
Brasil no reconocía hasta ahora las patentes de medicamentos, lo que era motivo de presiones de la industria de estadounidense, que se quejaba de pérdidas millonarias. Ahora podrá explotar con exclusividad los productos patentados por 20 años.
La nueva legislación acepta patentes de microorganismos que hayan sufrido cambios genéticos en laboratorio y el reconocimiento de propiedad industrial sobre productos aún en desarrollo.
Estos fueron los dos puntos mas polémicos, que contribuyeron a prolongar por cinco años el debate parlamentario.
El proyecto fue presentado en 1991 y aprobado en la Cámara de Diputados en 1993. Pero como el Senado hizo modificaciones, a principios de este año, el proyecto volvió a nueva votación en la Cámara, la que concluyó el 10 de abril.
Cardoso rechazo las acusaciones de que la industria nacional se verá perjudicada, recordando que el texto final de la ley estuvo a cargo del senador Fernando Bezerra, presidente de la Confederacion Nacional de la Industria.
Para evitar abusos y prácticas monopólicas, la ley brasileña permite la importación paralela después de tres años del plazo concedido para importación y comercialización en el país, por parte del dueño de las patentes. (FIN/IPS/mo/ag/if/96)