La disputa entre aborígenes y parlamentarios de Australia por el intento de enmienda de la ley que reconoce el derecho de los indígenas a la tierra, enfrenta al gobierno a posibles protestas de un público mundial volcado a las Olimpíadas que en el 2000 se realizarán en esta ciudad.
Si la coalición Nacional-Liberal, en el gobierno hace dos meses, sigue adelante y enmienda la ley de Títulos Nativos de 1993, en perjuicio de los aborígenes, "nos encaminaremos a grandes manifestaciones de protesta y disturbios", advirtió el líder indígena Charles Perkins.
La comunidad de indígenas sostiene que el primer ministro, John Howard, procura socavar los derechos de la población nativa en dos frentes, la modificación de la legislación de 1993, y la reestructuración de la Comisión Aborigen y de Isleños del Estrecho de Torres (ATSIC).
Autoridades del gobierno de Howard alegaron el mes pasado actos de corrupción y mala administración en ATSIC, que supervisa la gestión y el desembolso financiero de fondos de ayuda para las comunidades aborígenes.
Creada en 1990 en respuesta a repetidas demandas de autodeterminación de la comunidad nativa, la comisión ha entregado más de 1.000 millones de dólares de fondos del gobierno a organizaciones indígenas de todo el país.
Sus funcionarios son australianos indígenas electos en comicios nacionales y por isleños del estrecho de Torres, primeros colonizadores de la parte norte de Australia, de origen polinesio.
La Ley de Títulos Nativos permite a los aborígenes reclamar derechos a contratos existentes sobre tierras de la corona británica, según estableció una ley de 1933.
Tras una decisión histórica que en 1992 otorgó derechos a la tierra a 250.000 nativos australianos, en 1993 el entonces gobierno laborista aprobó la Ley de Títulos Nativos.
El gobierno federal sostiene que la legislación de 1993 incluye demasiadas dificultades de procedimiento que han enlentecido el desarrollo industrial e impuesto costos irracionales a mineros y agricultores.
Pero los líderes aborígenes están muy conformes con el presente acuerdo, y destacan que han hecho buenos negocios con contratos de minería, turismo y agricultura con empresas no nativas.
Asimismo, se ha registrado un aumento de empresas integradas por nativos en sus tierras tradicionales, en las áreas de turismo y cría de ganado. Muchos de estos emprendimientos han sido respaldados financieramente por ATSIC.
Rick Farley, miembro del Tribunal Nacional de Títulos Nativos, dijo que los asesores legales del gobierno han advertido que la enmienda a la ley podría contravenir la Ley de Discriminación Racial.
Cualquier intento de enmendar la Ley de Discriminación Racial para validar la nueva legislación "no tendría posiblidad alguna", explicó Farley. (FIN/IPS/tra-en/ks/syd/cpg/lp/ip-pr/96)