El vuelco del Banco Asiático de Desarrollo (AsDB) al sector privado en búsqueda de grandes capitales, fomentando la cofinanciación de proyectos a medida que la ayuda mundial disminuye cada vez más, recibió duras críticas durante la última reunión anual de la institución.
En la reunión del AsDB en su sede de Manila, organizaciones no gubernamentales cuestionaron el cambio de una clientela del sector público al privado, preguntando por qué una institución financiada públicamente debe financiar inversiones privadas.
El gobierno de Filipinas alabó en Manila a la institución financiera por invertir en proyectos privados de energía que permitieron poner fin a cortes de electricidad de ocho horas.
En Indochina, la mitad de los 40.000 millones de dólares necesarios para infraestructura en la región del río Mekong en los próximos 25 años provendrán, según se estima, de fuentes privadas.
Autoridades del AsDB presentaron el área del Mekong como un virtual paraíso, donde proyectos hidroeléctricos planifican ganancias de 26 por ciento, con el fin de atraer a inversores privados.
El presidente del AsDB, Mitsuo Sato, llamó a esto "el papel catalítico del Banco a la luz del creciente flujo de capital privado a través de fronteras y la expansión del papel del capital privado", durante el cierre de la reunión anual de la institución, este jueves en Manila.
Pero la relación del banco con el sector privado en el control de los fondos privados, la cofinanciación de proyectos y la expedición de garantías, merece serias críticas de varios grupos.
El cuestionamiento pone en tela de juicio la capacidad del AsDB para imponer sus normas sociales y ambientales a los proyectos liderados por el sector privado y evitar el desplazamiento de comunidades.
El sector privado no aceptará demasiadas condiciones a un proyecto, señaló Athena Ronquillo, del no gubernamental Grupo de Trabajo sobre el AsDB.
Los activistas también cuestionan la calidad de los préstamos que el AsDB entrega a algunas empresas, como Marcopper Mining Corp., cuyas operaciones en la isla Marinduque, en el centro de Filipinas, fueron suspendidas en abril tras un derrame de desechos de las minas.
Los fondos privados se han convertido en el jugador más destacado de las financias internacionales, a diferencia de los años 80, cuando los niveles de ayuda duplicaban los flujos de capitales privados.
En 1995, la inversión extranjera directa constituyó 72 por ciento de los flujos netos de fondos externos a países en desarrollo.
Los niveles de inversión extranjera se triplicaron en los últimos años, mientras el este de Asia absorbió 59 por ciento de los fondos privados el año pasado.
Al mantener estos niveles, el AsDB tiene una relación cada vez más amplia con los fondos privados, y además de ser un inversor, se está convirtiendo en catalizador de capitales privados, en especial en el sector de desarrollo.
El año pasado, el Banco adoptó una nueva política para impulsar la cofinanciación con el sector privado, y 45 centavos de cada dólar prestado por la institución fue obtenido mediante la cofinanciación.
La cofinanciación del AsDB totalizó en 1995 2.480 millones de dólares, un aumento de 58 por ciento en relación a 1994.
El año pasado se aprobaron 15 proyectos del sector privado, con un valor de 87 millones de dólares en préstamos y 110 millones de dólares en inversiones con fondos propios. Esta cantidad constituyó el segundo volumen anual de proyectos del sector privado en los últimos 10 años, según el AsDB.
Por cada dólar que el AsDB invierte, otros 7,6 dólares se movilizan en el sector privado. Los proyectos del sector privado varían de inversiones del AsDB en empresas regionales a la financiación de proyectos privados de infraestructura y un fondo subregional para el desarrollo económico del Mekong. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/lp/dv-if/96)